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En términos sanitarios, hemos apostado todo a una sola carta, la de las vacunas, y la lentitud de la campaña de vacunación nos está pasando una impagable factura. En términos de prevención, lo apostamos todo a toscos confinamientos y toques de queda que, aunque hay que admitir que algo habrán hecho, no han logrado frenar ninguna de las olas en las que seguimos contagiándonos. Y en términos de recuperación económica, nos lo jugamos todo a unas ayudas europeas que, igualmente, están tardando en llegar bastante más de lo esperado. Más ahora, que el Tribunal Constitucional alemán ha paralizado el proceso de ratificación por una demanda ciudadana contra la emisión conjunta de deuda. El caso es que, aunque muchos no lo crean, hay vida más allá del dinero público. Todas las vacunas en el mercado han sido creadas por la inversión privada y las inversiones de las empresas jugarán un papel fundamental también en la resurrección de la economía.

La empresa Phi4Tech está ya trabajando en la construcción de una gran fábrica de baterías eléctricas en Extremadura y a punto de anunciar una serie de acuerdos de suministro con empresas del sector automotriz que bien podrían estar localizadas en la vecina Castilla y León. Volkswagen estudia dónde instalar una de sus nuevas seis megafactorías de baterías y ha entablado conversaciones con Martorell, mientras no entiendo por qué no se le están haciendo propuestas ventajosas a los alemanes desde Valladolid y desde Ávila. Renault ha puesto en marcha un proyecto que garantiza el futuro de las factorías españolas con una inversión de 750 millones de euros. El año pasado, el funesto 2020, ya invirtió Renault 491 millones de euros en sus fábricas en España y Castilla y Leon se llevó un buen pellizco.

Y respecto a las renovables, Iberdrola acaba de iniciar la tramitación para 500 nuevos megavatios verdes en Castilla y León, con los proyectos de la fotovoltaica ‘Villarino’ y el parque eólico ‘Villarino’ en los invertirá unos 400 millones de euros. Gracias a estos proyectos, Villarino de los Aires y Ciudad Rodrigo convertirán a Salamanca en la provincia de la Comunidad Autónoma con más iniciativas renovables en tramitación. Una vez operativas, esas instalaciones generarán energía limpia suficiente para abastecer a una población equivalente a 290.000 hogares y evitarán la emisión a la atmósfera de 182.000 toneladas de CO2 al año.

No sé vosotros, pero yo saldría al balcón a aplaudir a todas esas empresas que no caben en este artículo y que, a pesar del estado de las cosas, están invirtiendo en nuestro futuro. Ellas sí que se lo juegan todo una carta, a la nuestra, muy por delante de fondos europeos y las subvenciones en los que, por su lentitud, no podemos depositar nuestra confianza.

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