21 marzo 2023
  • Hola

Pobre Navidad

16 dic 2022 / 03:00 H.

    Con la alegría o tristeza que el azar le premie, cada cual vivirá unas navidades en las que de una manera u otra todos seremos más pobres. Mientras en el Congreso de los Diputados se habla de secesión, malversación, poder judicial y demás temas de suma importancia en las casas de los españolitos para los que se legisla se ponen velas a todos los santos para poder llegar a final de mes.

    Esta semana conocíamos los datos del IPC y no podían ser más desalentadores. A los salmantinos nos han subido los precios más en 12 meses que en los últimos ocho años. Esta cifra que suena muy fuerte es el drama de miles de familias y la práctica desaparición de la tan necesaria clase media. Situaciones habituales como ir al supermercado, a la carnicería o a la pescadería suponen un auténtico quebradero de cabeza, ya que, si con suerte entran los mismos ingresos en la cuenta bancaria, la vida en el hogar es el doble de cara que durante la pandemia.

    La política intervencionista en precios y servicios que se ha marcado el Gobierno no se traduce en calidad de vida ni en alivio para las familias. La factura de la luz no es tan elevada como en verano y la del gas parece que en el frío invierno no será tan terrible como se preveía. Pese a eso seguirá siendo inasumible en muchos hogares. Ahí están los datos ofrecidos esta misma semana por Cáritas en Salamanca en los que se decía que tiene que ayudar a salir adelante a más de un millar de familias en el pago de los gastos propios de las viviendas. Cruz Roja ha tenido que ampliar la cuantía de los cheques que ofrece a las familias más vulnerables para que puedan adquirir alimentos frescos, y el Ayuntamiento de Salamanca ha tenido que ayudar a familias que hasta hace poco tiempo era impensable que precisaran de ella, hogares que estaban encasillados en la clase media y que poco a poco se van hundiendo económicamente.

    Lógicamente, si la mayor parte de las familias pasan las de Caín para hilvanar un menú equilibrado para sus hijos acorde a su bolsillo, no están para ir de tiendas. El comercio de proximidad agoniza y eso se traduce en más desempleo. El paro conlleva la necesidad de que el Estado aumente las prestaciones y ese dinero tiene que salir de algún sitio: más impuestos. ¡Vaya panorama!

    Esta pobreza es el espejo de la cara de los dependientes de las tiendas del centro. De las que siguen abiertas, claro. Transmiten tanta tristeza que ven cómo en muchos casos negocios de décadas se ven abocados al cierre antes o después. Dar un paseo por la calle Zamora o por la calle Toro de vez en cuando sirve para tomar el pulso a la penuria social. Mucho paseo y poca bolsa.

    La pobre Navidad a la que me refiero queda patente en la hostelería salmantina. El lleno de los restaurantes estos días es la previa de la ruina que se prevé para el mes de enero. Desde la asociación charra reconocen que es imposible reservar mesa antes de Nochebuena y que para los días claves de Nochevieja, Navidad y Reyes los salones estarán repletos, pero que nos preparemos para ver cómo se “chapan” establecimientos en invierno. La calidad del servicio en muchos restaurantes ha perdido bastante en poco tiempo —lo reconocen los mismos hosteleros— y eso se debe a que profesionales de cocina no reciben el salario que realmente merecen y optan por no aceptar ofertas de trabajo. Muy triste también para este gremio, aunque para ellos la pobre Navidad será la cuesta de enero.

    Y hablando de cuesta de enero, habrá que prepararse para la subida del carburante, que el Gobierno retirará la subvención de 20 céntimos que concede a los ciudadanos. Todavía más pobres.

    Recupera variable LOGO:
    https://www.lagacetadesalamanca.es/base-portlet/webrsrc/ctxvar/d02eb2dc-2fcb-4c80-a2f6-a5cfab1e30e3.svg

    https://www.lagacetadesalamanca.es/base-portlet/webrsrc/ctxvar/a835bb89-65e8-449c-9619-d30e7c8e74ec.png