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Manolo el del Plus

Lunes, 30 de marzo 2020, 05:00

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En tiempos tan cerriles e insólitos como los que estamos viviendo, difíciles y sin hoja de ruta, aunque algunos columnistas sabihondos parecen tenerla memorizada desde el sillón, la actualidad gotea sus noticias fúnebres cada día y aunque asistimos resignados al censo diario de víctimas, hay algunas, cuando tiene nombre y apellido, como Manolo el del Plus, que te llegan al alma, después de haber compartido con él muchas horas de barra en el mostrador de acero inoxidable de su establecimiento.

La biografía de Manolo que tantas veces nos relató a la orilla de la caña y la gamba de su casa, responde al drama de su época. Huérfano de guerra, muy pronto se hace cargo de él su tío, que ya regentaba el antiguo Plus, fundado en 1926, aquel café de mostrador de madera oscura y mármoles blancos, donde tintineaban las monedas de la clientela.

He oído contar a gentes de más edad, que por los años sesenta, cuando la parroquia abandonaba el local llegada la hora de irse a casa, Manolo hacía una especie de subasta a la baja con los pinchos que habían sobrado y los estudiantes acudían a cenar por cuatro perras la fritura de pimientos o el pincho generoso de huevo con bonito y tomate. Un detalle.

Manolo, alma del local, imprimió a su casa un cierto elitismo social con el que seleccionó a su clientela, muchos ganaderos, toreros, médicos, abogados, y el inolvidable rincón de Alberto Estella y Mariano Bartol, donde hasta hace poco se trajinaban un conversado Martini a media mañana. En consonancia el Plus tenía unos precios muy por encima de la hostelería local,que dieron lugar a un montón de quejas y anécdotas, que algún día habrá que escribir y él mismo celebraba. Pero sus pinchos eran brillantes, aún lo son, y la fritura de sus gambas y pimientos únicas.

Manolo fue un hostelero original, parlero y cariñoso, de los últimos ejemplares de una estirpe que se acaba. Lástima que un hombre tan popular y querido hayan tenido que ser incinerado en soledad. Desde aquí un abrazo para toda su familia en especial para Teresa, su extraordinaria mujer.

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