Borrar

Mal camino

Viernes, 24 de abril 2020, 05:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

FUE el que elegimos y a aguantar queda con la esperanza de que ya pasará. De ésto no les quepa duda. Lo dije el otro día y lo repito, pero ¿cuándo, cómo y en manos de quiénes?

Por lo que venimos viendo y oyendo a diario, lo que se temía va por su camino pero no tan al gusto de todos, porque lo fundamental, que dejaron atado y bien atado, lo suficiente para que no escapara el pájaro al que por fin consiguieron dar caza porque se dejó muy gustosamente cazar y dejarse enjaular en La Moncloa, comienza a flojear, no sé si para bien o para mal, porque la aventura puede terminar de muy distinta manera a como le convendría a España que terminara. Que este Gobierno (con más ministros ineptos que ningún otro) que cuando llegó creía que todo era Jauja, comienza a no verlo tan seguro. Pues este detalle lo hace, además de más inepto, más peligroso aún de lo que realmente es por sus incapacidades e intenciones. Lo digo no por los ministros, aunque también, sino por quien los preside o eso cree, que está a lo que otros le digan sin más opción que la de obedecer.

De momento ahí le tenemos (sentado a la derecha de su “vice” segundo) ejerciendo de todopoderoso “Rey Sol”, porque piensa que el Estado es él. Al contrario que Luis XIV, que se autoproclamó Estado convencido de lo que decía, porque realmente lo era, Sánchez no lo ha dicho de sí mismo pero intenta y se esfuerza en darlo a entender entre gestos, actitudes, composturas, decisiones..., pero un Estado con cimientos de barro, inconsistente, un Estado ruinoso que apenas se sostiene porque le falta solidez, firmeza y todo lo que hay que tener. Los quiebros políticos que se ve obligado a hacer el pretendido “Rey Sol” para mantenerse son tan espectaculares que no hay mentiras ni despropósitos suficientes para disimularlos, al contrario. Pero ¡qué importa! si el Estado (que cree ser él) no peligra al asentarse a cada paso que da y decisión que toma más y mejor en sí mismo, un Estado que no sólo duerme, también y sobre todo sueña, aunque ya no tan tranquilo, en La Moncloa, tanto menos cuanto más satisfecho, cómodo y seguro se encuentre en La Navata su báculo existencial.

Llegaron convencidos de que gobernar era poco menos que coser y cantar, pero se están encontrando día tras día con una realidad que no se esperaban y mientras al de La Moncloa se le desencaja a veces y crispa visiblemente el rostro y no encuentra palabras acertadas con las que darse autobombo, el de La Navata -que no es más inteligente pero sí más astuto- ha comenzado a comerle la merienda, sin prisas, porque aunque todo llega, se le ha complicado de tal forma su oportunidad que tendrá que seguir esperando su esperadísimo momento que veo, y tal vez él también vea, no imposible pero sí cada vez más difícil. Por si acaso ya amenazan con la vuelta a fórmulas de hacer políticas que creíamos no solo fantasiosas, también propias de otros tiempos y mentalidades, destinadas a crear para mayor control, eficacia y seguridad un Ministerio de la Verdad, un ojo controlador que no pierda detalle de lo que pasa ni en lo más denso del bosque con la idea de convertir España en lo más parecido al paraíso totalitario que Orwell detalla en su, no por su oprobiosa trama, excelente novela “1984” que no vendría nada mal leer, para meditar página a página y hacerse una idea de lo que nos podría pasar si no miramos cara a cara lo que está por llegar y que de no reaccionar acabará llegando.

Que esto termina estallando algún día por algún sitio, fijo, que habrá un antes y un después, también, y que nada volverá a ser como fue, sin duda. Así nos lo ha venido contando la Historia desde siempre, Historia que se puede ignorar, como de hecho se ignora, pero que no hay quienes la cambien por mucha ley que impongan, por mucho que censuren, persigan el recordarla y se abandonen a la desmemoria, por muchas dobleces con que la interpreten o por mucho esfuerzo y pasión que pongan en inventar otra a su medida y acomodo. La maquinaria está en marcha y en marcha seguirá si nadie la para.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios