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Lo importante es ganar elecciones

Miércoles, 20 de enero 2021, 04:00

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Ni está ni se le espera porque lo que importa para Pedro Sánchez no es la pandemia sanitaria y económica. Lo que le importa es ganar las elecciones en Cataluña y ganar la batalla ideológica en España para que no le muevan del sillón de por vida cual vulgar dictadorzuelo de cualquier república bananera.

No sé si desde el punto de vista jurídico el adelanto del toque de queda decretado por Castilla y León tiene encaje jurídico en la prórroga del Estado de Alarma o no, porque opiniones de expertos hay para todos los gustos, pero de momento la Junta de Castilla y León ya ha puesto contra las cuerdas al Gobierno de Sánchez que se inventó lo de la co-gobernanza para quitarse el muerto de encima. La última vez que vimos al presidente creo que fue un domingo del mes de noviembre. Fue para sacar pecho por el asunto de las vacunas y decirnos -otra mentira más a la que ya estamos acostumbrados- que se iba a poner en marcha un plan de vacunación único en toda España. No les digo más porque ustedes pueden juzgar y comprobar que es un desastre descomunal. El único apunte que les hago es que esta semana no habrá segunda dosis para algunos de los que se pusieron la primera a finales de diciembre.

Desde entonces, para él es como si no hubiera una pandemia que está arrasando la sanidad y la economía. Las comunidades con las que teóricamente co-gobierna caminan como pollo sin cabeza para tratar de frenar un colapso del sistema sanitario porque no es que estemos en una curva alarmante, es que estamos creciendo en vertical.

Sánchez no quiere ni cargar con los muertos del COVID ni ser el sereno que cierra bares y negocios, que diría en un desahogo el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Tampoco tiene mucha intención de ponerse a trabajar y a coordinar, que también es muy laborioso. Ya aprobó el Estado de Alarma hasta mayo y se sacudió las manos para que no le molestaran más.

Por eso, independientemente de la discusión jurídica del adelanto del toque de queda a las 8 de la tarde, el asunto obliga al Gobierno a implicarse y seguramente a adoptar alguna medida ante una situación que virólogos, epidemiológicos y sanitarios advierten que tiene muy mala pinta, porque nadie esperaba un incremento de los contagios de una forma tan rápida en tan corto espacio de tiempo. Todos daban por descontado que en Navidades, a pesar de las prohibiciones, habría más contacto social. Pero nadie esperaba que fuera como una explosión. En una semana estamos prácticamente igual que en el pico más alto de contagios e ingresos de la segunda ola.

Yo creo que la alarmante situación que estamos viviendo es motivo suficiente para que Pedro Sánchez deje de holgar y se ponga de una vez por todas al frente de la crítica situación, como han hecho Merkel en Alemania o el primer ministro Antonio Costa en Portugal.

Al candidato Illa, más pendiente de que las elecciones catalanas se celebren en las peores condiciones democráticas y en las mejores para él, no le quedará más remedio hoy que darle la razón política al osado presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, porque ya hay una mayoría de comunidades que piden que, ya que el Gobierno no quiere implicarse en luchar contra la peor plaga de los últimos cien años, les de herramientas a las autonomías y las deje actuar.

“No es aceptable 500 muertes al día por COVID”, les dijo Ángela Merkel a los Lander casi con lágrimas en los ojos a principios de diciembre cuando se resistían a tomar medidas severas para luchar contra el virus. Pedro Sánchez ni está ni se le espera. Desde luego sin tomar medida alguna es evidente que ni se equivoca ni se crea enemigos, pero es obvio que sobra él y todo su Gobierno social-comunista.

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