Las ruinas de la Rúa y el Bretón
Lunes, 2 de agosto 2021, 05:00
De entre los muchos carcinomas urbanos que todavía corroen la ciudad, hay dos que son especialmente dañinos, por céntricos y sin visos de sanar. Me ... refiero en concreto a los dos edificios de la Calle La Rúa, que están apuntalados y casi amurallados por sendos mazacotes de bloques de hormigón y ferralla desde hace tantos años que hemos olvidado que en uno de ellos estuvo el Hotel Universal, hermoso edificio con patio florido que era uno de los mejores de la ciudad.
Problemas y litigios de los herederos entre sí y con el Ayuntamiento, han acabado en estos grotescos ensamblajes que apuntalan, en la calle más visitada de la ciudad, dos nobles edificios dese hace treinta años. Ha habido rumores recientes de que el hotel se iba a rehabilitar con profunda reforma, ojalá sea cierto y se recupere el hermoso cartel que lucía en su fachada, que se comprometieron a volver a colgar cuando se inaugurara, pero dónde estará....
Alguien desde el Consistorio tendrá que explicarnos porqué llevan esos adefesios de ferralla ocupando la Rúa desde hace treinta años y si tienen algún futuro apalabrado.
Y también el Ayuntamiento nos tendrá que aclarar la degradada situación en que se encuentra el solar del antiguo teatro Bretón, una institución artística y civil de primer orden que fue demolida hace veinte años con nocturnidad, alevosía y sin licencia de obras, de tal manera que estuvo cinco años paralizada por el Juzgado.
El derribo hace ahora dos décadas generó un pleito que ganaron Los Verdes a la empresa Sanhaer, la propietaria, que, a cambio de continuar con la demolición, se avino a levantar en el solar una Residencia de mayores, pero dónde estará....
El solar lleva vacío y lleno de basura y matorral casi un cuarto de siglo sin visos de cambio cercano. Y lo que precisa con urgencia es una actuación parecida a la del Patio Chico cuando se ajardinó el inhóspito solar de su entrada y se dignificó aquel conjunto con acierto.
Hay que asear la plaza del Bretón con premura, y desmontar cuanto antes los horribles apuntalamientos de la Calle La Rúa. Son dos carcinomas urbanos lamentables.
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