Borrar

La feria de Vigo

Sábado, 28 de agosto 2021, 05:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Mientras en Salamanca comenzaron a instalar el jueves las luces del recinto ferial, el populista alcalde de Vigo se ha apresurado a hacer lo propio con las de Navidad para acaparar titulares y portadas en los medios de comunicación. Dice que compite con la ciudad de Nueva York, ¡ahí es nada!, aunque a decir verdad el alcalde neoyorquino nunca ha dicho nada, como le hubiera gustado a Abel Caballero para polemizar sobre el asunto y así conseguir la repercusión internacional que tanto ha perseguido.

Tengo que reconocer que los primeros años de excesos luminarios del primer edil vigués tenían su gracia. Me parecía original que el mandatario socialista tratara de hacer atractiva la ciudad gallega tirando del gancho de la iluminación navideña, habida cuenta de que no hay ninguna ciudad española dentro de las rutas turísticas de los mercadillos navideños que mueven cada año a millones de turistas en el mundo. Y es una época que se presta al consumo sin mirar demasiado el bolsillo o la situación económica.

Muchos vigueses ya se quejan de que las expectativas que el alcalde ha vociferado no se han cumplido y dudan de que el mantra de las luces les haya reportado tantos beneficios turísticos como él pretende vender en esos discursos excéntricos que pronuncia a nada que tiene la oportunidad y le dan un micrófono.

Muchos de los que han visitado la ciudad afirman que tiene escaso gusto para la iluminación, que hay mucha bombilla -este año 11 millones de luces led y dos pistas de hielo, una rampa de esquí, una gran noria, los mercadillos y el “mayor árbol de luces del planeta”- que convierte las calles en un real de la feria, como La Aldehuela en plena campaña de las Fiestas de la Vega prepandémicas o el Real de Sevilla en plena Feria de Abril.

Abel Caballero ha sobreexplotado la iluminación, pero después de varios años ya causa poca sensación. De hecho, este año ha recibido algunas críticas porque no todos los vecinos tienen tanto entusiasmo en este proyecto y en mitad del discurso que pronunció a principios de agosto para presentar las luminarias de este año, el alcalde fue increpado por algunos de los asistentes, que le pedían dedicar más dinero a albergues sociales que en luces de Navidad: “Hay mucha gente pasando hambre”, le espetaron en plena rueda de prensa.

Muchos hosteleros afirman que el negocio luminoso no es tal, porque el turista no pernocta. La mayoría pasa el día, se va y no repite. El alcalde tendría que pensar que ya pasó la euforia de competir con Nueva York, que ya tiene escasa gracia cada vez que habla del asunto. Más le valdría dedicar el tiempo a pensar en otro tipo de proyecto para la ciudad y. sobre todo, como presidente de la Federación de Municipios y Provincias también debería aprovechar la cercanía con su amigo el presidente para explicarle las necesidades de los ayuntamientos. Creo que de las luces ya no rasca muchos votos más.

Abel Caballero se estrenó el pasado 30 de julio en la Conferencia de Presidentes Autonómicos de Salamanca y desaprovechó una magnífica oportunidad para pedir fondos extraordinarios para los municipios, que han tenido que afrontar desde la primera línea y siguen haciéndolo muchos gastos extraordinarios derivados de la pandemia y de la crisis económica y social de sus conciudadanos. Los ayuntamientos se han quedado fuera, de momento, del reparto de los fondos europeos, pero realmente tienen que hacer frente a muchas necesidades de la covid, tantas casi como las comunidades que se encargan de los gastos sanitarios, educativos o sociales.

Caballero debería haber aprovechado su cercanía con el presidente socialista Pedro Sánchez y defender los intereses de los ayuntamientos a los que representa como presidente de la FEMP, pero no se le encendió la bombilla.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios