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Cádiz. Cafetería en el barrio de la Laguna, a poca distancia del estadio Ramón de Carranza. Dos de la tarde. Un solo cliente en la barra. Es un habitual, está claro: “¡Quillo, ponme una cervecita, que vengo más seco que la mojama!”. Quillo, el niño de la aféresis, contesta: “Sí, señor. Y de tapa, ¿unas olivitas? ¿Un poco de jamón de Jabugo?”. “Yo casi jamón”, replica el parroquiano. Buena elección, creo, aunque no tengo nada contra las aceitunas.

Salamanca. Sábado, 6 de la tarde. Calor de verano. Frente a mí un teclado y una pantalla de portátil aún en blanco. ¿De qué hablaré en la columna del próximo lunes? ¿De los pactos o falta de pactos entre partidos? ¿O de algo motivador, interesante, reparador, como la música, por ejemplo? Pues, como el gaditano, yo casi el jamón, el metafórico jamón en forma de buena música, de espectáculo, de vida en su mejor perfil. Buena elección, me digo. Y no porque me hastíe la matraca diaria de los Casado, Iglesias, Rivera, Sánchez (como soy incapaz de atribuir mayores o menores capacidades para dar la lata, me escudo en el orden alfabético).

Edimburgo. Agosto de 2010. Son las ocho de la tarde. Me registro en un hotel próximo a la catedral de Santa María. Siento vacío de estómago (la generosa y británica línea aérea en que he viajado nos ha obsequiado con una bolsita de frutos secos). Para cenar algo, entro en un pub más cutre que calzar unas sandalias con calcetines blancos. Suena música clásica: ‘Help’, de los Beatles. Asombroso contraste con la clientela del local. Los Beatles viven.

Salamanca, época actual: 15 de julio, 10 de la noche. Café Bar Tío Vivo: tributo al conjunto de Liverpool a cargo de un conjunto de nombre transparente: De Bitels. Suena arrollador uno de sus rocks complejos y heterodoxos, con más años que los jubilados del futuro (‘Come together’). El público, muy joven, corea enérgicamente el estribillo. Triunfo de la música sobre la bachata.

Salamanca, época actual: 17 de julio. En el vestíbulo de los cines Van Dyck, otro espléndido grupo llamado The Details (original parónimo) recupera con un sonido apabullante a los Beatles La gente escucha y baila en una escena que recuerda el último concierto del grupo británico en la terraza del 3 de Savile Row el 30 de enero de 1969. Otra iniciativa de Juan Heras y Mari Luz en pro de la cultura viva. Gracias de nuevo.

Por cierto, no se pierdan la película ‘Yesterday’. Es jamón. Las aceitunas las guardaré para otro lunes: para cuando hablemos del Gobierno (y la oposición).

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