Teresa Ribera, ¿por qué no?

No sé, a lo mejor resulta que el PP le tiene manía a Teresa Ribera. Podría ser. Por lo que sea. A lo mejor porque es ministra y el PP no tiene. Que sea envidia. O a lo mejor por proteger así a Mazón; o por vengarse de Pedro Sánchez. A lo mejor por todo lo anterior le han puesto la X, como le pasa a Elon Musk. Y ahí estará Pedro Sánchez, el más listo, que a lo mejor dice, quito a Ribera y se acabó. Y dos pájaros de un tiro, porque puede parecer que toma medidas y se vuelve a convertir en víctima de la ultraderecha. Y sigue en Moncloa.

A lo mejor los del PP han dicho, pues Teresa Ribera, no, porque en 2018 Compromís ya pidió su comparecencia y que explicara sus planes para reducir las inundaciones y le advirtió de que 136 municipios valencianos estaban en riesgo. Y se ve que ni caso. Y ya entonces le dijeron que las inundaciones se producían «de forma reiterada». Y Compromís advirtió que seguía sin realizarse limpieza de cauces o tratamientos para erradicar las cañas invasoras. Y ahí seguían ahora las cañas.

Y Teresa Ribera a lo mejor diría que es el cambio climático. Pero resulta que esto no es de ahora. Que inundaciones en Valencia ha habido siempre. Que ya en 1775 causó «muchísimas desgracias en Chiva», como escribió Cavanilles en 1795.

Será a lo mejor lo del veto del PP porque en la Memoria del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (2022-2027) ya se decía que el «régimen torrencial de lluvias que se producen en la cuenca del Poyo y el alto grado de urbanización hacen que el riesgo de inundaciones sea muy elevado, ya que el cauce se desborda con facilidad». Y la obra para desviar parte del agua del barranco del Poyo aseguraba que comenzaría en 2022.

A lo mejor el PP lo que tuvo en cuenta fue lo de la Confederación Hidrográfica del Júcar, eso que dijo este mismo julio de que alrededor de 1.000 kilómetros de cauces de la demarcación están considerados con «riesgo o peligrosidad». Y que explicara el presidente su negativa a limpiar cauces. O el consejo que dio la Confederación, que depende de Ribera, a los alcaldes. Eso de que lo mejor es prevenir y que lo puede hacer el propio ciudadano con algo tan simple como colocar barreras en puertas y ventanas, si llegaba un fenómeno de estos.

O porque la propia Confederación del Júcar reconoció hace eso, cuatro meses, que en los últimos 8 años «no ha habido un solo año en el que no se haya producido una inundación en municipios que son inundables». Y de invertir en infraestructuras, nada. Que se ve que funcionan, porque ahí está la del cauce del Turia , que comenzó en 1958 y acabó en 1973, y protegió a Valencia de la Dana.

Y a lo mejor es porque Ribera lleva ya 6 años de ministra. O porque en lugares como Salamanca la hemos visto una vez y gracias a que vino a la Conferencia de Presidentes, porque por aquí ni pisar. Y eso que su cartera es la del Reto Demográfico y esta provincia tenía un viaje.

A lo mejor es porque, al margen de Valencia, la ministra fue uno de los grandes alicientes para que 100.000 personas se manifestaran en Madrid, en la protesta más grande la historia del campo. A lo mejor buena parte del PP no ve bien que sea comisaria cuando impuso la prohibición de caza del lobo, sin escuchar a las comunidades loberas; o el Plan Hidrológico del Duero, sin aceptar ninguna alegación de los regantes y con el rechazo de la mayoría del Consejo del Agua.

No apoya regadíos porque dice que no hay agua. Y resulta que no la hay en Huelva pero sí bien cerquita, en Portugal, donde construyeron la gran presa de Alqueva. Lo raro es que sea comisaria, que tenga premio. Y dicen que lo será.