Una de cerezas, otra de PAC y una de lobo

El de las cerezas, pequeño productor, explica que casi lo mejor es dejarlas en el árbol. Que para qué. Que si las recoge, cobra 1,40 euros el kilo cuando en el comercio se pagaban a 7 a 8 o a saber y encima tiene que aguantar eso de que la Ley de la Cadena Alimentaria funciona. Que del árbol las lleva a la tienda y él es el que negocia y se la juega cada día. Y que no puede contratar a nadie porque no puede ofrecerle una cantidad porque no sabe a cuánto se las pagarán. Que o son muchos, o no hay nada que hacer y que aún así, a saber. Ahí han estado en elJerte viéndoselas para encontrar a 100 personas que quisieran trabajar en la clasificación de cerezas. La campaña en un tris de no poderse hacer.

En la ciudad nos extrañamos de que al precio que está el aceite de oliva, la aceituna se deje en el árbol, pero es así. Y también de que haya tan pocos ganaderos de leche.

Y está lo del lobo, por ejemplo, el de Encinas de San Silvestre, Villaseco de los Gamitos y Santa María de Sando. Ganaderos desesperados que no saben qué hacer. No les queda más que esperar para ver si pasa de largo esa noche y, si no es así, llevarse el berrinche de ver a sus ovejas destrozadas y que si cuelgan una foto en redes se censure por contenido sensible. Como se las van a pagar, se extrañan otros de que eso no les tranquilice. Como si perder a su ganado y verlo sufrir lo compensara el dinero. Y si encierran a las ovejas, no comen en las parcelas y si no comen, no les da para pagar su alimentación con lo que les pagan por el cordero. Y cuentan que no pueden vivir así, aunque no se entienda en la ciudad.

Y está lo de la PAC, que vaya lo que cobran, y eso que son un montón los que reciben menos de 5.000 euros. Y siempre está el eterno debate, de si la PAC tiene que ir al profesional, al grande, que es el que mueve la economía, como defiende Castilla y León, o también al pequeño productor porque es el que se queda en el pueblo o no. Y unos y otros resulta que salen con tractores por las calles y en la ciudad está el que lo comprende y el que critica que con esos tractores encima se quejen.

Y si el campo está tan bien, lo que no se entiende es cómo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las comunidades consideran esencial celebrar una sectorial sobre la incorporación de los jóvenes porque no se quedan en el campo.

No se entiende que las ovejas desaparezcan, que sean muy pocos los que pueden contratar a alguien o que sea tan difícil encontrar a quien quiera vivir del campo, aunque el sueldo sea mejor que en otros sectores.

Ahora que llegan las elecciones europeas, lo que suele decir el agricultor y el ganadero cuando un político les pregunta qué tendrían que hacer para que les diera su voto suele ser que le dejen tranquilo. Por cada seis terneros que mueven necesitan entregar 9 folios y anotar en su libro de explotación todo tipo de datos, como los albaranes del pienso de hace no se sabe cuánto, y hasta los que ya tiene la administración. Y queremos en la tienda lo mejor, y mejor si es de aquí, con las máximas exigencias, pero encima pagar poco y que no cobren la PAC, porque vaya con estos del campo.

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