Aguanta, Pedro, aguanta

¿Dónde nos quedamos? Íbamos por lo del «para nada» de Aldama. Eso de que el comisionista no es del partido socialista, ni simpatizante. Ahora la serie toma otra vertiente con ese «porque llega», que promete tenernos en vilo. La cosa está en que va la jefa de gabinete del jefe de gabinete del presidente del Gobierno y le filtra a Lobato la famosa carta del novio de Ayuso que estaba en poder de la Fiscalía. Y como Lobato distingue entre lo legal y lo ilegal pregunta su origen, porque a ver si van a pensar que es una filtración de la Fiscalía. «¿Cómo llega? pues «porque llega». Y al rato, porque se ve que no esperaban esa respuesta de Lobato, le comunican que ya lo publicó un medio y le mandan el enlace. Ahora nos dirán que esto es normal.

En estos últimos capítulos está lo de Begoña, que por error le envía al juez el correo que demuestra que una asesora de Moncloa se ocupaba de sus negocios privados. Lo de Aldama, que dijo que había ido a Ferraz, y el PSOE, que ni idea, y ahí está el vídeo de La Sexta del comisionista tan pancho en Ferraz. Y decían que no tuvo medalla de la Guardia Civil, y salen fotos y vídeo. Y también de Aldama en cacerías con la élite de la CIA y del FBI, y también de Aldama con Guaidó. Y fichan como nuevo personaje a la madre de su exnovia, que aseguró ante notario que llevó fajos de dinero a Ferraz. Y hace nada le dijo Aldama a Herrera que temía por su vida y apuntó alto.

Y en estos días se ha incorporado al reparto el hermano del presidente, ya con papel principal. Y es inevitable que la imaginación no vuele a esa azotea de un hotel de San Petesburgo, con Begoña y Aldama de copas, como cuenta él, y también que ella les dijo a los escoltas que se retiraran. Y esto es un no parar porque de la azotea vemos a Aldama desarticular una célula yihadista.

Y con 15 miembros bajo sospecha y 29 jueces investigando, el PSOE se planta en Sevilla y en plan qué alegría y hay que valer. O tomarnos por tontos, que puede ser y estar convencidos de que lo somos. Más que nada porque hasta ahora le ha ido bien culpar a bulos, fango, ultraderecha, desinformación, pseudomedios y también a golpistas de la notable actividad del PSOE en sede judicial.

Está María Jesús Montero, que llegó a Sevilla como quien va a iniciar una fiesta de despedida de soltera. Pilar Alegría, que para ella todo es normal, como para Patxi. Y el presidente, tranquilo, como héroe sin capa con la misión de impulsar la regeneración democrática en tiempos de golpismo judicial y mediático. La duda está en si se lo creen o ensayan por las mañanas. La serie muestra a un líder que se muestra entero y que busca apoyo y el congreso de Sevilla está para eso. «Aguanta, Pedro, aguanta», que esto de la serie es telebasura, que aquí en el PSOE sólo vemos a Broncano.

Está de moda la película sobre Goebbels, mano derecha de Hitler, inventor de bulos y genio de la propaganda. Sus principios básicos pasaban por censurar a medios que se opusieran a las ideas de su partido. Que viene a ser invito a mis viajes a quien quiero y pregunta quien yo digo. También por simplificar, que es reducir al enemigo a una rasgo común identificable para las masas. Pongamos, ultraderecha. Otro principio es si me acusan, acuso de lo mismo y ahí está siempre el barco de Feijóo. Hablaba del principio de la exageración: se desdibuja la relevancia. Y ahí está eso de que Aldama era un fantasma. Y se insiste en la misma idea y desde muchos frentes, en lo que viene a ser la opinión sincronizada. Siempre tiene que haber odio y hacer creer que las ideas gozan del consenso de la población. ¿O no salió la amnistía con el apoyo de la población por la mayoría del Congreso? «Aguanta, Pedro, aguanta».