Una vergüenza
Sánchez no se va a despegar del sillón ni con agua caliente mientras alienta la destitución de otros políticos como el popular Mazón
Sigo sobresaltado después de la comparecencia del presidente de gobierno durante 5 largas horas en lo que debía parecer una Comisión de Investigación en el ... Senado. No me acabo de explicar como es posible que no haya sacado ni una triste conclusión a tenor de lo visto y escuchado. Queda claro, eso sí, que el bagaje de Sánchez en esta materia, la de aclarar dudas y conceptos es verdaderamente intachable porque, entre otras cosas, no dejó ni una sola duda clara salvo que sí, efectivamente había cobrado en billetes, eso sí, de forma legal sin recordar ni cuándo ni cómo.
Y esta es la política que nos espera, la de la incertidumbre ante un futuro inmediato que pasa por la presentación de borrador de presupuestos generales para que verdaderamente no sean aprobado de ninguna forma después del abandono de JUNTS al apoyo al Partido Socialista. Sánchez ve en su forma de gobernar la luz que no quiso ver en anteriores mandatos, léase el de Rajoy de cuyos presupuestos generales han vivido ocho años de prórroga los gobiernos socialistas. Ahora toca renovación de cuentas o morir en el intento porque realmente muchos pagos gubernamentales dependen de la ley más importante de la democracia después de la buena salud de nuestra Carta Magna.
Sánchez no se va a despegar del sillón ni con agua caliente mientras alienta la destitución de otros políticos como el popular Mazón que, efectivamente, teniendo su parte de culpa ya demostrada en su gestión de la DANA, olvida que el presidente del gobierno también tiene la suya por la mala gestión demostrada en aquellos fatídicos días en la Comunidad Valenciana. Sánchez ha pasado página sin ningún rubor y olvida frases como aquel la de «si necesitan algo que lo pidan». Y lo peor es que siguen sonando los ruidos de palmeros que avalan esta forma de hacer política en la que se arrinconan tanto el Congreso como el Senado de forma que nos vamos pareciendo más y más a una república bananera que no respetas a nada y a nadie.
Así lo creo y así lo pienso, ahora que nos queda poco para finalizar este 2025 en el que esperamos aún muestras democráticas, en el que esperamos que se den pasos adelante y se denuncien las nefastas acciones y gestiones que vemos cada día en las cúpulas políticas. Esperamos que, cuanto antes, se deje hablar al pueblo en las urnas, aunque sepamos que todos esperan al mejor momento de las encuestas. Mientras tanto seguimos aguantando situaciones que no nos deberían dejar perplejos. Y eso es lo que está pasando, que no nos acabamos de creer lo que ciertamente estamos viendo.
Crea que falta movilización, de hacer ver que no nos gusta como nos están dirigiendo y especialmente que no nos gusta cómo están atendiendo a la ciudadanía y es algo que tenemos delante de nuestras narices.
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