Borrar
Opinión

Un favor de Abascal al PP

Viernes, 12 de julio 2024, 06:00

Vox rompió ayer definitivamente el acuerdo de gobierno que mantenía con el PP en la Junta de Castilla y León y en otras cuatro autonomías: Aragón, Valencia, Extremadura y Murcia. Como habían anunciado sus dirigentes, el reparto de los menas ha sido el detonante de la drástica decisión adoptada por el partido verde.

Santiago Abascal anunció a última hora de ayer las dos medidas concretas en las que se sustancia la ruptura de los pactos: la retirada del apoyo de Vox al PP en los parlamentos regionales y su paso a la oposición, y la dimisión de sus cuatro vicepresidentes, entre ellos Juan García-Gallardo en Castilla y León.

El líder de Vox no se refirió a los tres consejeros de su formación en la Junta, pero no hay duda de que el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, los sustituirá de inmediato por altos cargos del PP.

La excusa para romper las coaliciones es única: la aceptación por parte de los populares del reparto de menores extranjeros no acompañados, de los que a Castilla y León le corresponden 21. Al menos Abascal, en su alocución de ayer, no aludió al incumplimiento de los pactos. Porque el asunto de los menas ni siquiera aparece en ninguno de los cinco documentos firmados entre PP y Vox en las cinco autonomías donde gobiernan. En Castilla y León el texto se limita a apuntar que ambas formaciones promoverán «una inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro de Castilla y León» además de defender la solidaridad entre todas las regiones, como es el caso ahora de Canarias.

De esta forma, queda claro que los motivos para romper los pactos son otros no confesados ni explicitados en los últimos días por los responsables de Vox. Resulta evidente que la decisión responde a una rabieta mal justificada y al mismo tiempo a una estrategia de alejamiento del centro derecha para colocarse en posiciones más extremas, en la que se enmarca el movimiento en Europa mediante una alianza de Abascal con el húngaro Viktor Orban, representante de la extrema derecha prorrusa, y el abandono de la línea más moderada de Giorgia Meloni. El otro motivo del abrazo de Vox a la ideología más populista y radical tiene que ver con el freno que la candidatura de Alvise Pérez supuso para los verdes en las elecciones europeas. Abascal intenta despegarse del PP para ocupar ese espacio ideológico hacia su extrema derecha.

Una estrategia contraria a la de Alberto Núñez Feijóo, cuya posición firme frente al órdago de Vox y en defensa de la solidaridad entre autonomías centra al partido y le diferencia de Pedro Sánchez, dispuesto siempre a ceder ante todos los chantajes a los que le someten los separatistas con tal de mantenerse en el poder. Al líder nacional de los populares la distancia con los verdes le puede venir muy bien de cara a las próximas elecciones generales. Es una forma de arriar esa bandera enarbolada por el PSOE en los últimos comicios al grito de «¡Que viene la ultraderecha!» y quizás así podría derrotar al sanchismo.

Todo esto poco o nada tiene que ver con el gobierno de Castilla y León, que se ve sometido ahora a una remodelación de urgencia. En todo caso, la Junta ganará estabilidad con un equipo monocolor, más centrado y más coordinado. Y Mañueco, además de evitarse los problemas que le provocaban las declaraciones y algunas actuaciones del vicepresidente y los consejeros de Vox, tiene ahora el horizonte despejado, con presupuestos aprobados para 2024 y que podrían ser prorrogados, y siempre con la posibilidad de convocar elecciones autonómicas anticipadas cuando más le convenga al PP.

Porque la única manera que tienen los de Abascal de amargarle la legislatura a los cinco presidentes autonómicos del PP sería aliarse con el PSOE, algo imposible desde todo punto de vista. En Castilla y León los 13 procuradores de la formación verde pueden bloquear las iniciativas de los populares en las Cortes, pero poco más.

En definitiva, Abascal le ha hecho un favor a Feijóo y a Mañueco. Se deshacen de un compañero molesto y mejoran sus expectativas electorales, además de consolidar un gobierno monocolor en el caso del presidente castellano y leonés.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Un favor de Abascal al PP