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ESCRIBE O REVIENTA

Locuras normalizadas

La sensación es que Pedro Sánchez puede hacer lo que quiera y no tiene consecuencias de ningún tipo, ni en las urnas

Lunes, 4 de diciembre 2023, 06:00

La actualidad política en España se está viendo salpicada por noticias que muchos pensamos que nunca sucederían, pero que ahora pululan por el espectro mediático como si nada. Esto es lo que de verdad es peligroso de la deriva actual de España. A Pedro Sánchez y a su equipo se le pueden ocurrir todas las tropelías que quieran, que después de ponerlas en marcha hay dos o tres días de polémica y se aceptan por la sociedad española.

Nunca nos habríamos imaginado que el Gobierno estaría negociando en Suiza con Carles Puigdemont y que acordaran elegir un diplomático como verificador internacional. «Los dos partidos agradecieron su compromiso en poner a disposición de las partes su experiencia y su voluntad de contribuir a alcanzar la solución política y negociada al conflicto», decía el comunicado del PSOE.

¿Diplomático?, ¿verificador internacional?, ¿solución política y negociada al conflicto?... El relato se las trae. Que no hay ningún conflicto entre países, que los que se sientan en la mesa son representantes de dos partidos políticos españoles y que deciden el futuro de un Gobierno y de una comunidad autónoma que están dentro del mismo país.

No hay ningún conflicto. Lo que hay es unas personas que se han saltado la ley y que no han pagado por sus hechos y no lo harán con la atrocidad de la ley de amnistía. Es de cajón y no hay que ser muy listo para entenderlo. Sentido común. En una comunidad de vecinos con 17 pisos y dos apartamentos autónomos donde viven Ceuta y Melilla, los propietarios de uno de los inmuebles quieren imponer una decisión en la que no hay unanimidad ni en el propio salón de su casa. No, señores. Las divertidas reuniones de vecinos si por algo se caracterizan es por el hecho de que cada vecino tiene un voto. Se pueden delegar los votos, pero ninguno vale más que otro.

Insisto en que esta situación es grave, pero lo preocupante es cómo se van cumpliendo los pasos de este triste episodio histórico para el país y la población que, por norma general, cede resignada. La sensación es que Pedro Sánchez puede hacer lo que quiera y no tiene consecuencias de ningún tipo, ni tan siquiera en las urnas ya que para llegar a la famosa aritmética parlamentaria es capaz de hacer cualquier cosa. Llevo escuchando ya unos años eso de Pedro Sánchez pagará en las urnas determinada decisión o polémico movimiento y después no sé cómo lo hace, pero le saca brillo a la calculadora y se aferra al sillón como un jabato.

De todos modos, en el seno del PP, ese que está modificando ahora Alberto Núñez Feijóo, deberían hacérselo mirar. Algo no están haciendo bien para que Pedro Sánchez sume tantos años en el Gobierno con escándalo tras escándalo.

El líder de los populares tiene que darle una pensada a lo que están haciendo y cambiar de método, ya que los resultados no salen. Alberto Núñez Feijóo no es el principal culpable ya que creo que ha llegado tarde y que todavía no ha tenido tiempo de tapar algunas grietas internas que arrastra el partido de la última década. Eso sí, como siga por este camino de no conseguir aprovechar todos los 'regalos políticos' que le hace Sánchez con sus locuras, su porcentaje de culpa subirá como la espuma.

En la película de Blade Runner destaca la mítica frase «he visto cosas que vosotros nunca creeríais…», pues como Feijóo y los suyos no se pongan las pilas, todo lo que creemos que Sánchez nunca se atreverá a hacer lo irá aplicando en función de lo que necesite para seguir luciendo palmito en el Falcon. Y la imaginación de Sánchez no tiene límites.

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