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Coherencia, educación y sentido común. Estos son los ingredientes que se necesitan para adaptarse a cualquier situación en la vida. Ahora, con una sociedad en constante ebullición y con modas, tendencias y corrientes de opinión que nos sobrevuelan la cabeza como un silbido de balas en un tiroteo hay que estar preparado para cualquier escenario, pero con los tres puntos nucleares anteriormente citados puedes ir a cualquier sitio y no desentonas.
Vamos con un claro ejemplo de una situación inesperada mal resuelta por la protagonista. La conocida actriz Anabel Alonso, tanto por sus actuaciones televisivas como por lo zurdo de su ideología, es invitada a ser la pregonera en las fiestas de Béjar con una corporación municipal con el binomio PP-VOX que ella tanto ha vilipendiado, atacado e insultado en especial en sus redes sociales. Por cierto. Si para conducir un coche se necesita una formación y un permiso, para usar Twitter y demás plataformas algunos como Anabel Alonso también deberían ir a la autoescuela de las redes sociales. Lo necesitan.
En este escenario adverso, a la actriz se le olvidaron los tres componentes básicos del saber estar. Su incoherencia sale a relucir aceptando la invitación de ese 'frente de derecha fascista' que poco menos y van por Béjar como los camisas negras de Mussolini, según cómo describe ella en su argumentario mental al PP y VOX. Si toda tu vida has estado empadronada en tu zona de confort zurda alineada tradicionalmente con la cultura de este país, ahora por el hecho de que te haga ilusión dar el pregón en una ciudad donde pasabas los veranos de tu infancia no puedes tragar.
La educación le falta a menudo en sus declaraciones y mensajes en las redes sociales peleando con el que se ponga por delante si ella cree que tiene que ver algo con todo el espectro ideológico desde el centro a la derecha. Vamos, todo el que no piense como ella. Por último, el sentido común brilló por su ausencia al ir a dar el pregón y emborronar un momento bonito y emocional para todos los bejaranos. Hubo abucheos, reproches y demás gestos que no tienen que darse en un momento tan icónico de las fiestas de Béjar. Hubiera sido mejor dar las gracias por el ofrecimiento al Ayuntamiento de Béjar, pero rechazar la distinción de pregonera o por lo menos postergarla a posibles futuros gobiernos que ideológicamente la hagan sentir más cómoda en la casa de todos los bejaranos. Otro dato. En el pregón la actriz argumentaba orgullosa que no había cobrado por estar allí... Faltaría más es que si encima cobrara ya sería el colmo.
De todos modos, en este asunto también me viene a la cabeza una duda. Si hubiera sido un Ayuntamiento 'progresista' el de Béjar y José Manuel Soto hubiera veraneado allí o tuviera algún vínculo, ¿le habrían invitado? Lo dudo y menos todavía después de que el genio sevillano metiera la pata hasta el fondo insultando al presidente del Gobierno. Otro que tiene que ir a la autoescuela de las redes sociales. Y decirle esto al Frank Sinatra andaluz me duele y es que su música es maravillosa.
No va a pasar, pero si Anabel Alonso me invita a pasar una tarde con ella para ver una película subvencionada de la guerra civil española sacaría el recetario vital con sus ingredientes básicos. Le diría que no (coherencia), le daría las gracias por la invitación (educación) y, evidentemente, no iría (sentido común) a un plan en el que no estaría cómodo y no me gusta. Es muy fácil la receta y eso que cocino muy mal.
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