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‘ME voy a morir, dentro de 30, de 40 o de 50 años. Cuando yo quiera, cuando tenga tiempo, cuando yo lo decida’. ‘El rey se muere’ es la obra sobre el imaginario rey Berenguer I, hombre de excesos, y aborda su resistencia a morir. Engancha a los republicanos por las ‘virtudes’ del personaje y, sobre todo, porque el Rey se muere... y desaparece el trono del escenario.

Un Rey de 84 años perjudicado por los excesos llegó a España, bajó con dificultad del avión y, de su familia, solo le esperaba la infanta Elena. Intenso abrazo, de 21 meses de sufrimiento compartido en la distancia, y reverencia final, que dejaba claro que saludaba al padre y al Rey.

Es llegar Juan Carlos I y verse de nuevo amenazado el reinado de Felipe VI y la Monarquía aunque no debería ser así porque la Fiscalía archivó las diligencias abiertas contra él en España. Y es así porque los republicanos lo toman como munición y porque incluso entre los monárquicos se hace visible la división entre ‘juancarlistas’ y ‘felipistas’. Los gritos de “viva el Rey” no ayudan nada a Felipe VI.

Y este ruido a Pedro Sánchez le viene perfecto para desviar la atención y acompaña la cacerolada. Le exige explicaciones y disculpas al Emérito y la cantinela la repite el Gobierno cual rebaño. No se sabe qué explicaciones quiere, cuando no hay español que no sepa al detalle lo ocurrido, y mucho menos con qué objetivo, cuando ninguna va a satisfacer a la izquierda republicana, que se agarrará a que le libró la inviolabilidad y la prescripción del delito. Pero es la Ley.

Resulta que no puede pisar suelo español el Emérito, cuando legalmente puede hacerlo, pero no se cuestiona que lo pisen los políticos catalanes que intentaron dar un golpe de Estado y que, a diferencia del Rey, fueron condenados. Si tiene que explicarse el Emérito, aún con más motivos tendría que hacerlo Sánchez por el indulto que concedió a los 9 líderes independentistas condenados a entre 9 y 12 años de prisión. Entonces habló de concordia y de normalidad, algo que se ve que no contempla con la Monarquía.

No ha sido ejemplar la conducta del Rey Juan Carlos y no le basta que dijera que lo lamenta, pero vamos a preguntarles a las víctimas del terrorismo de ETA si la conducta de los asesinos de sus familias fue ejemplar y si pidieron perdón. Sánchez es el que debería dar explicaciones de los acercamientos de presos de ETA al País Vasco y la razón por la que quiere descontar a 54 etarras más de 400 años de cárcel. Entre ellos, por cierto, a ‘Anboto’, que ordenó atentar contra Juan Carlos I. Ellos pueden pisar suelo español, que están condenados y por matar o intentarlo, y el Emérito, no.

Es que la Monarquía es inútil, según defiende la izquierda republicana pero por sus hechos les conoceréis y si es así que explique Sánchez la razón por la que llamó a Felipe VI y a Letizia para recibir al emir de Catar. Y también que explique de dónde viene la amistad de Catar con España, porque a lo mejor resulta que se aprovecha del denostado Juan Carlos I a la vez que le pide explicaciones. Que explique cómo cuando se trata de que España reciba dinero recurre a Felipe VI y también diga la razón por la que le ha borrado la agenda internacional para quedársela él. Es Sánchez, con sus hechos, el que demuestra que la Monarquía es útil y son los de Podemos, con su silencio, los que le dan la razón.

El malestar será por el gasto que supone la visita cuando alguien debería explicar la razón por la que un expresidente tiene pensión vitalicia, coche oficial y escolta y un Rey emérito no debe. Puede explicar también Sánchez qué relación mantiene José Luis Rodríguez Zapatero con Venezuela, más que nada porque disfruta de estas prebendas y es de los que defiende que lo de Maduro es democracia. Lo bonito serían las explicaciones de todos, empezando también por la del presidente del plasma, el enemigo de las ruedas de prensa, que tendría que explicarnos, por ejemplo, la razón del cambio de política sobre el Sáhara o las razones del cese de la directora del CNI porque sabemos lo que hizo el Rey pero ni idea de lo que ocurrió con Paz Esteban.

Hay más dudas sin resolver por parte del Gobierno que por parte del Emérito, que puede venir a España y vivir aquí si le apetece y pernoctar en Zarzuela, aunque no debería vivir en Zarzuela. Tiene que asumir que ya es el hombre, no el Rey, que ‘el Rey se muere’ en sentido figurado. Tiene que ser consciente de que está en marcha la operación ‘caza del elefante’ en la que el elefante no es él y que es la Monarquía la que peligra. ‘¿Qué haces cuando vas perdiendo la partida?, se preguntaba Pablo Iglesias, y se respondía: ‘mueves al Rey’. Y Sánchez ahora va perdiendo hasta en el CIS.

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