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CONTABA el portavoz del grupo municipal socialista José Luis Mateos el jueves pasado en su cuenta de twitter que había acudido al barrio de Pizarrales para denunciar la situación de la Atención Primaria y que por casualidad había coincido en el mismo barrio con la Primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Salamanca.

A continuación, especificaba sin pelos en la lengua (o mejor dicho en el teclado del móvil o del ordenador) que él había acudido al barrio en el coche de San Fernando, es decir, un ratito a pie y otro andando, pero que la Teniente de Alcalde, más comodona, se había desplazado en coche oficial. Y eso no era lo peor. Lo más grave es que encima había aparcado el coche oficial en el espacio reservado para personas con movilidad reducida. Y efectivamente, el portavoz acompañaba la información con la prueba del delito: la fotografía del auto oficial de la señora Ana Suárez, plantado en zona prohibida.

Me pareció genial el tuit de José Luis Mateos. El viaje lo hizo andando, efectivamente, pero lo aprovechó al máximo cobrándose dos piezas de un solo tiro. Primero disparando al pésimo gobierno de la Junta en su política de Atención Primaria y segundo, poniendo colorada a la Teniente de Alcalde, que no sólo parece poco ejemplar desplazándose en coche cuando puede hacerlo a pie o en bicicleta (con lo que eso supone para la contaminación) pero sobre todo que lo haga tirando de presupuestos públicos en coche oficial y que finalmente remate la faena como una reina que estuviera por encima del resto de ciudadanos (recordemos que también dirige el departamento de Igualdad de Oportunidades) aparcando en zona reservada para discapacitados.

Ojalá que el tuit de José Luis Mateos siente un buen precedente y a partir de ahora, la Primera Teniente de Alcalde este muy atenta a cualquier deplorable comportamiento de su colega para chivárnoslo. Y que el ejemplo, cunda entre todas las autoridades municipales denunciando todo aquello que tantas veces nos parece que no se atrevían a delatar en público dejándonos todo el trabajo sucio a los críticos y e iracundos columnistas como un servidor que en el fondo con lo único que soñamos es con ser amables y cariñosos con todo el mundo, principalmente con ilustres personalidades que gestionan nuestros asuntos públicos.

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