Borrar

Dicen que nos hemos equivocado

Jueves, 19 de septiembre 2019, 05:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ahora resulta que somos los ciudadanos los culpables del fracaso en la formación de un Gobierno, de la parálisis institucional y de que tengamos que votar de nuevo -la cuarta vez en cuatro años, sin contar con los comicios municipales, autonómicos y europeos-.

Nos dicen que nos hemos equivocado y los actuales líderes políticos nos piden que rectifiquemos, que tenemos otra oportunidad para enmendar nuestro error el próximo 10 de noviembre. Como dijo el martes Pedro Sánchez: tenemos que hablar con más rotundidad porque parece ser que no nos hemos hecho entender. Es decir, hay que votarle mayoritariamente a él para que no tenga que negociar ni pactar con nadie.

Una auténtica vergüenza que tenemos que soportar estoicamente. Todo este esperpento tendría una rápida solución si sus señorías, empezando por el presidente en funciones, no cobraran hasta que no hicieran su trabajo, que es formar un gobierno estable. En un abrir y cerrar de ojos se habían puesto de acuerdo. Pero con el sueldo asegurado, se pueden permitir el lujo de tomarnos el pelo mientras España afronta en un absoluto desgobierno una nueva crisis económica e institucional.

Cada vez estoy más de acuerdo con Feijóo: “Si en España no tuviéramos una serie de políticos adolescentes ...” Empezando por el líder de su partido, Pablo Casado, que se ha sustituido la experiencia por el amiguismo de su generación, y terminando por Pedro Sánchez, al le hemos regalado un Falcon para que juegue a ser presidente de 47 millones de españoles, en lugar del Ferrari del que hablaba el presidente gallego.

Ninguno ha estado a la altura de lo que la situación exigía. Ninguno ha tenido el sentido de Estado para hacer una gran coalición buscando el interés general de este país que no puede estar permanentemente en campaña. Ni siguiera Rivera, que el lunes a toda prisa y seguramente pensando también el rédito electoral se apresuró a plantear una propuesta bastante sensata. Llegó demasiado tarde para un iluminado que tiene el capricho de conseguir más escaños a costa de lo que sea.

Todos los líderes políticos son culpables de este fracaso. Son unos incompetentes, que no han entendido que los españoles les hemos encargado entenderse y llegar a acuerdos para formar gobiernos estables, sin mayorías absolutas para que nadie haga y deshaga a su antojo. Y, sin lugar a dudas, la palma a la incapacidad o de la arrogancia pubescente se la lleva el presidente en funciones del Gobierno. Que no ha querido acordar con nadie, seguramente aconsejado por su especialista en marketing, por simple tacticismo electoralista. Negociar significa hacer una oferta y ceder, significa llegar a acuerdos con la otra parte sobre la base de renunciar a alguno de tus principios y aceptar los de la otra parte. Nadie presta sus votos a cambio de nada. Nadie puede respaldar un proyecto sin contrapartida alguna, que es lo que ha pretendido el líder socialista cuando pedía a Ciudadanos y al PP la abstención.

Sánchez no ha hecho ninguna oferta ni a Ciudadanos ni al Partido Popular para que al menos se abstuvieran en esta segunda investidura, que sin duda alguna era la opción preferida por la mayoría de los españoles. Mejor ni hablar del espectáculo bochornoso de Pedro y de Pablo en julio cuando fracaso la formación de gobierno, pero la ambición del líder de Podemos le llevará directamente a la debacle electoral y al fracaso en su liderazgo.

Y lo peor de todo es que con los actuales actores convocar elecciones no soluciona nada. Los sondeos demoscópicos dan la misma aritmética, escaño arriba o escaño abajo. Ninguno de los partidos políticos obtendrá la mayoría absoluta que le permitiría prescindir del acuerdo o del pacto. El problema estará ahí después del 10 de noviembre. ¿A quién culparemos entonces?

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios