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¡A reforestar!

Lunes, 9 de diciembre 2019, 04:00

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La Cumbre del Clima de Madrid está dejando algunas secuelas predecibles: reunión de barandas trajeados para la foto de grupo, declaración difusa de buenas intenciones planetarias, omnipresencia casi fastidiosa de la joven sueca y poco más. Ni un compromiso riguroso con nada, ni un paquete de medidas obligatorias. Palabreo y bla bla bla.

Es cierto que por lo menos se está escenificando el grave problema del cambio climático, aunque las televisiones y su sensacionalismo informativo- lucrativo se hayan cebado con los aspectos más folklóricos de la reunión: chiringuitos alternativos, agencias de viajes sin humo, y otras marginalias anecdóticas sin trascendencia alguna.

Lo que ha apenas se está resaltando con el énfasis necesario es que la respuesta a nuestras imparables emisiones de carbono tienen una solución a medio plazo, técnicamente asequible y con un marcada bienaventuranza paisajista : reforestar, reforestar y reforestar.

Plantar árboles en millones de hectáreas de la tierra hoy desérticas o sometidas a la máxima aridez. No es una utopía. En los bordes del Sahara se están plantando millones de árboles adaptados a la extrema sequía que están conteniendo por primera vez en algunos países el implacable avance del desierto y en sus bordes se han sembrado miles de hectáreas de melones y sandía regadas al milímetro con aguas subterráneas aforadas con placas solares. Emisiones cero.

Los chinos han replantado de una tacada con moderna maquinaria y tecnología cuidadosa, treinta millones de pinos en el árido y frío desierto de Gobi y en el nuestro, sin ir más lejos, en algunas provincias como Albacete o Ciudad Real, muchas hectáreas antes ralas e improductivas, están hoy ocupadas por miles y miles de pies de pistachos y almendros, que han cambiado por completo el paisaje manchego, producen interesantes réditos a sus propietarios y capturan enormes cantidades de CO2 de ese que nos está matando.

Porque el avance científico y las nuevas técnicas agrarias, combinadas con una política de impulsar la reforestación a cualquier precio, serán para el planeta mucho más importantes que el coro plañidero de los políticos de la foto. Con o sin sueca.

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