25 ciudades y Salamanca

Los corresponsales de la revista sitúan el ideal de una buena ciudad pequeña en los doscientos mil habitantes, con lo cual Salamanca encaja en ese perfil (y con razones de peso, desde luego muchas más que San Sebastián por mucho -y carísimo, prohibitivo- San Sebastián que sea). También es necesario que esas ciudades elegidas para vivir estén cerca de una aeropuerto internacional (Salamanca está a tan solo dos horas de uno de los mejores del mundo), un transporte público adecuado (debemos mejorarlo), mentalidad abierta en sus políticas locales (aquí tenemos mucho que trabajar), y unos ciudadanos amables (lo somos a ratos y a días).

Lo que quiero decir es que Salamanca debería y muy bien podría estar en la liga de esas mejores ciudades del mundo para vivir, para atraer nuevos residentes, gente de mediana de edad que busca -y hoy hay mucha gente interesante que busca más allá de una vida descalabrada en la gran ciudad- lugares que les puedan ofrecer medios y calidad de vida. Y Salamanca lo tiene casi todo, menos mentalidad abierta; lo tiene casi todo, como ciudad y como entorno natural, sin descontar un clima bastante agradable y equilibrado, una situación geográfica excelente entre Coruña, Lisboa-Oporto, Sevilla y Madrid, y a unas tres horas de Barcelona, vía Valladolid.

Pero lo cierto es que seguimos, siguen sin enterarse, perdiendo el tiempo en la inercia y la autocomplacencia.