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Mánchate

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MANUEL MUIÑOS

Lunes, 11 de febrero 2019, 05:45

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Ciertamente cuando uno cree que está curado de espanto surge algo nuevo que te sorprende y, gracias a Dios que aún queda capacidad para la sorpresa. Lo decía mi admirado poeta zamorano León Felipe, me acuerdo de él cada vez que paso por su Tábara natal camino de mi querida Galicia: "Que no eran callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo". Pues eso, que uno no sabe si es muy antiguo o a veces se ha quedado en la noche de los tiempos. Pero ciertamente, por muy al día que quieras estar, la vida va y te adelanta por la derecha. ¿Por qué digo todo esto? Porque me han sorprendido con un whastapp que me dejó entre perplejo y sonriente. El whastapp en cuestión convocaba un encuentro en Castelló, en un centro cultural. ¿Para qué? No lo tengo claro, reconozco mis limitaciones, pero parece ser que la cosa va con el tema de género y se invita a las mujeres a estar "Juntas por el activismo menstrual", "Mánchate las bragas", "Dale braguetazo al cursi de San Valentín". A mí me parece muy bien que cada uno pongamos en valor nuestros ideales y nuestros planteamientos pero no a costa de machacar a nadie, tampoco al cursi de San Valentín. No tengo yo especial interés en defender al bueno del santo que, dicho sea de paso, era sacerdote. Cosas de la vida, un cura patrón de los enamorados y todo porque casaba a las parejas en contra de la voluntad del emperador de turno, que no le interesaba que sus soldados fueran a la guerra pensando en sus mujeres. A lo que iba, que muy bien defender y promover lo nuestro, pero sin machacar los planteamientos, ideales y pensamientos de los demás. Más allá de los centros comerciales, las cenas, los regalos y no sé cuántas cosas más, San Valentín no tiene porqué resultar cursi y además, si presumimos de libres, progres y postmodernos, no tenemos porqué menospreciar a quienes piensan y sienten diferente. A quienes quieren vivir y sentir con otra sensibilidad más allá de lo comercial. A quienes deciden ser, según muchas personas, unos románticos trasnochados, tiernos, mimosos, amorosos y viceversa. Esta España nuestra se está carcomiendo con las termitas del odio, la envidia y el resentimiento. Inconscientes unos y otros de que al final tanta falta de respeto se nos vuelve en contra y corremos el riesgo de convertirnos en escombros. Apelo a la sensatez y el respeto, de lo contrario corremos el riesgo de mancharnos algo más que las bragas. Estamos jugando con los sentimientos y los resentimientos, al final tanto va el cántaro a la fuente... Y, una de dos, o nos quemamos o nos rompemos. Rescato de nuevo los versos de León Felipe: "Sensibles a todo viento y bajo todos los cielos, poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros". Pues eso, que cada uno se manche de lo que quiera, pero que no salpique.

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