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El pintamonas de la política municipal

El pintamonas de la política municipal

PABLO MONTES

Lunes, 19 de noviembre 2018, 05:45

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Gabriel de la Mora es el pintamonas de la política municipal. No llega ni a la categoría de grafitero. Porque en este 'gremio' los hay, y muy buenos, que no quebrantan las normas y nos regalan algunas obras maestras del espray. Pero el concejal ganemita lo que hace son vulgares garabatos que ensucian, y mucho, el clima de esta ciudad. Y además los realiza en lugares prohibidos. En la misma fachada del Ayuntamiento. En definitiva, ha venido a contaminar las instituciones.Ganemos tiene una idea distorsionada de la vida pública. Cree que el único delito que puede cometer un político es el de robar, malversar o prevaricar. Sólo persigue a los que ellos, con sus propios y personales criterios, considera que son corruptos. Lo demás es un inmenso cajón de sastre donde todo vale. De más está decir que meter la mano en el dinero de todos es de lo más dantesco que puede hacer un servidor público, pero hay otros comportamientos que indignan al ciudadano y que, al mismo tiempo, dañan la convivencia y además son inmorales. Desde que una concejala con la educación justa y el verbo más limitado aún se cague en Dios en un pleno. Pasando por su afán de judicializar la política municipal con el único objetivo de paralizar el funcionamiento de las instituciones. Y luego está el señor Gabriel de la Mora, que ha caminado tanto por el alambre de la desvergüenza que ha acabado de bruces en el banquillo.Allí estaba, vestido de seda. Acompañado de los suyos, que consideran un triunfo que un concejal y diputado provincial sea juzgado y el Ministerio Fiscal le pida un año de prisión. Una pena que se antoja corta teniendo en cuenta el daño que hizo. Porque sus difamaciones a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que se jugaron la vida en un auténtico infierno son de una gravedad supina. Estamos hablando de los profesionales que protegen a los ciudadanos y que, en aquel suceso concreto ocurrido en el barrio del Carmen, tuvieron una actuación ejemplar. Se enfrentaron a una marabunta violenta para lograr detener a un menor delincuente fugado. Como "premio" se encontraron horas más tarde con el pornográfico mensaje de De la Mora. Refugiado en las redes sociales. Hablando con total descaro de lo que "le habían contado". Fomentando el odio a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Porque este personaje tiene eso, odio. No lo disimula. Es de la vieja escuela antisistema que donde la gente normal ve a personas que garantizan la seguridad, ellos ven a represores y torturadores. Mientras otros queremos "empoderar" a la Policía, ellos quieren despojarles de las armas y que sean vulgares espantapájaros.No sabemos si De la Mora hará "nuevas amistades" como bien apuntó García Carbayo en el pasado pleno. O si Virginia Carrera le irá a despedir a la puerta del penal al más puro estilo Felipe González con Barrionuevo y Vera. Lo que queda claro es que si a este señor le queda algo de dignidad debe presentar su dimisión.Ayer leía una entrevista al susodicho en la que achacaba todo este proceso a una conspiración judeo-masónica donde la Fiscalía prevarica, la Policía está al servicio del poder político y los sindicatos policiales son peligrosos grupos de ultraderecha. Una muestra de su grado de nerviosismo. Porque nervioso está un rato. No lo puede disimular. Atrás queda su presunta valentía parapetado en su cargo de concejal y diputado provincial. Sus insolentes intervenciones en el Pleno del Ayuntamiento hablando de que Salamanca es una ciudad racista. El uso personal que hizo de la comisión de investigación del Grupo SIETE que denunció con valentía y a pecho descubierto el concejal de Cs Fernando Castaño. Esa altanería se cayó de un plumazo el pasado jueves. Esperaremos la sentencia, pero ya sea condenado por un delito de calumnias (con pena de prisión) o de injurias (sólo multa), su presencia en la vida pública se tiene que acabar. Aunque sus "compañeros" lo lloren, para ellos será un alivio. Un rival menos en la lucha cainita de comunistas, podemitas, 'ecolojetas', anticapitalistas y demás hierbas de cara a las elecciones municipales. Eso sí, otro pintamonas vendrá que bueno lo hará.

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