Borrar
Usura política

Usura política

Alberto Estella

Sábado, 4 de agosto 2018, 06:45

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El que diga que no ha pedido un préstamo que levante el dedo. Lo que cambia es quien lo concede, el tipo de interés y el plazo de devolución. Le está sucediendo al indigente político que okupa La Moncloa. Para lograrlo mendigó los votos de prestamistas de toda condición, y con menos alma que el usurero del Cuento de Navidad de Dickens, es decir, de partidas antiespañolas o antisistema. No es extraño que cuando el fugitivo Puigdemont llegó de regreso a su particular Waterloo, advirtiera al Presidente del Gobierno "El período de gracia se acaba", o sea, "Sr. Sánchez,traíganos a los presos a cárceles catalanas (que gobiernan mis esbirros), arrégleselas para dejarnos celebrar el referendum (el del adios a España), y sacuda la tela recaudada a los paganos (esos imbéciles españoles), que tengo que reabrir embajadas, subvencionar escuelas que renieguen del castellano..." Puigdemont, como el líder del PNV, como Scrooge, como todos los prestamistas - en este caso de votos para su investidura -, ponen el cazo, exigen a Sánchez el pago de lo convenido, que desconocen quienes no estuvieron en la oscura negociación para recaudar apoyos tan dispersos, dispares... y tememos que disparatados. Y ya sabemos cómo acaban para la Mafia los prestatarios que no devuelven puntualmente la tela o el favor, tirados en una cuneta después de una buena paliza o un disparo certero.Uno conoció profesionalmente a víctimas de usurereos charros, que se enriquecieron con los que precisaban angustiosamente liquidez, y firmaban recibir un dinero cuyo importe, "al tirón", ya era inferior; pagaban intereses de más del 29% (¡eso llegaron a cobrar los Bancos por los descubiertos en cuenta corriente!); y sucumbían al anatocismo (intereses de intereses vencidos y no satisfechos). Buscando el anonimato se inventaron las cédulas hipotecarias, no nominativas, al portador, que usualmente acababan en el Juzgdo y con adjudicación a un subastero o a un hombre de paja, de la finca o vivienda hipotecada.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios