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César Lumbreras
Miércoles, 10 de mayo 2017, 06:45
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Por si las reverendas madres superioras no tuviesen bastante con ocuparse de la supervivencia de sus conventos, de mantener las instalaciones con sobriedad y sencillez, pero también con unas mínimas comodidades, ahora resulta que deben hacer frente a la "competencia desleal". Me refiero a esa madre superiora que ha surgido en los últimos días, pero que creó su propia congregación, tomó los votos y comenzó a actuar hace muchos años. Se trata de Marta, la fundadora de la Orden de las Ferrusolas. Ya quisieran todas las madres superioras de verdad haber tenido a su disposición los recursos financieros que ha manejado la matriarca de la familia Pujol. Seguro que con ellos habrían solventado muchos de los problemas de cada día en sus conventos, que están "tiesos o caninos", como se prefiera.La madre superiora se dirigía al "mosén", que era algún responsable operativo de un banco andorrano, para que diese dos misales (se supone que dos millones) al capellán, que podría ser su hijo, según consta en la documentación judicial del conocido como caso Pujol. Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA en Orbyt y Kiosko y más
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