Solsticio

Para quienes tienen la nueva (o vieja) costumbre de celebrar el solsticio, o sea, la llegada del invierno, hoy es su día. Al cabo del año hay días (hasta un total de 365 o 366 si es bisiesto) para todos los gustos y conmemoraciones. Uno de esos días es hoy, que corresponde a la noche más larga del año. Así que dense prisa en celebrarlo porque mañana será ya otro día. Pero me huelo que de prisas nada, que su día pasará y ellos seguirán con la celebración, vamos, que el solsticio para ellos no es cosa de un solo día, por lo que se deduce que para esta gente, que tiene como cualquiera todo el derecho del mundo a celebrar algo, el solsticio es una excusa „como alternativa supongo, dada la coincidencia con la Navidad„ para apuntarse a ese derecho que les asiste a celebrar lo que les dé la gana y a crearse su particular día de€ lo que sea.Con la cantidad de razones y de efemérides „cada una de ellas con su causa, con su historia, con sus protagonistas y con sus consecuencias„ repartidas a lo largo del año, dignas todas de ser conocidas, reconocidas y celebradas, que echen mano del solsticio es como volver a las cavernas y a la necesidad de la gente que las habitaba „todavía sin referencias que le sirvieran de guía„, de arrimarse a algo fuera de su alcance, de su entendimiento, de su dominio para, al menos, guardarle respeto e incluso buscar en ello algún cobijo.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA