El que pongas vetos, que se vaya

Estoy harta de escuchar a los políticos que los ciudadanos nunca nos equivocamos con nuestro voto. Entiendo que es un "postureo" más de la clase política, que habla y escribe en un lenguaje bastante diferente al de la calle. ¿Qué ha pasado para que se tengan que repetir las elecciones? ¿no habría que inhabilitarlos a todos los líderes políticos por su incapacidad para entendernos a nosotros y para entenderse entre ellos?, ¿no hemos dicho los ciudadanos acaso que lo que queremos es que lleguen a acuerdos y por eso no le hemos otorgado la mayoría absoluta a ningún partido? Mucho me temo que nos están insultados o, en el mejor de los casos, no nos han entendido el mensaje el pasado 20-D por puro egocentrismo.Lo dramático es que lo más probable es que sigan sin entender nada de lo que digan las urnas el próximo 26 de junio, porque todas las encuestas publicadas hasta el momento vaticinan unos resultados similares, diputado arriba, diputado abajo, a los del 20-D. Y si al día siguiente se reproduce la falta de entendimiento, la misma cerrazón de estos últimos cuatro meses, ¿qué hacemos los electores? Deberíamos tener la potestad para mandarlos a todos a su casa por zoquetes. Otra opción es que el Rey no hubiera convocado las elecciones hasta que los líderes políticos no fueran a Palacio con un acuerdo de gobernabilidad que contara con los votos suficientes en el parlamento. Nada que ver con el paripé folclórico de Pedro Sánchez, que desde el minuto uno sabía que era imposible que fuera investido presidente. No porque él no quisiera, sino porque entre sus vetos al PP y los vetos que le impuso el comité federal de su partido para que no tuviera la tentación de pactar con los independentistas, no tenía nada que hacer.Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA