La mano creadora del olvido

Todos quisiéramos olvidar algún pasaje de nuestra biografía. Pero hay una máquina de la memoria que se ocupa de poner en pantalla, en segundos, la peripecia de muchos ciudadanos, con sus luces y sombras. Google, ese fantástico hijo de Satanás, acumula toda la información universal. Basta que a cualquier hora del día o de la noche, teclee un nombre, un pastor bereber o un estudiante de Harvard, para que se le aparezcan fotos, videos, fechas, decires o callares, gestas y vergüenzas del personaje. Es la representación de Funes el memorioso, individuo insomne „tampoco duerme Internet„, de las ficciones de Borges, cuya "memoria era como un vaciadero de basuras". La candidata socialista al parlamento europeo, Elena Valenciano, hubiera querido borrar de la red, de un brochazo, aquella frase que mecanografió un día preguntando a sus seguidores si habían visto en su vida un tío más feo que Ribery, el jugador de fútbol, internacional francés ("caracortada", por un accidente de automóvil siendo niño). En el debate a seis del lunes en la tele, lo exhibió bien ampliado, ante el estupor de los cinco candidatos restantes, el popular González Pons, hartito de que la Valenciano emplee hasta la náusea, y por todos los confines de España, el desliz de Cañete sobre una „tan presunta como inexistente„, superioridad intelectual de algunos "machos".Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA