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GONZALO SANTONJA
Domingo, 28 de abril 2013, 06:45
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Al aplastamiento clamoroso del Barcelona triunfal en Munich sucedió un repaso de aúpa al desganado Real Madrid de la décima en Dortmund, con Messi y Ronaldo hermanados en el fracaso. Cuántas elucubraciones rotas y qué dura realidad: ocho a uno, se dice pronto. ¿Todavía se atreverá alguien a sostener que la liga de fútbol española es la primera del mundo? El aplastamiento no admite réplica, fueron sendos varapalos monumentales. Ni goles anulados, ni la pamplina de los árbitros, ni el cuento de la mala suerte. Más cerca merodeó el Bayern del cinco a cero y el Borussia del cinco a uno que el Barcelona del cuatro a uno y el Madrid del cuatro a dos. El mejor equipo del mundo, según las brujas de Granollers, y el mejor equipo de la historia, condición establecida por la FIFA, se vieron barridos del campo, superados en todo, así en los planteamientos de conjunto como en los duelos individuales. Ahora hay quienes barajan la hipótesis milagrera de las remontadas en el Camp Nou y el Bernabéu, ojalá, aunque visto lo visto quizá debieran de conformarse con aquello del tullido a todo trapo lanzado por la pendiente: "virgencita, virgencita, que me quede como estoy".Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA
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