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CÉSAR LUMBRERAS
Miércoles, 17 de abril 2013, 06:45
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El lunes día 15, Mariano Rajoy, acompañado de su esposa Elvira, se subió al "mistere", metió en el equipaje una camiseta de la selección española de fútbol campeona del mundo y de Europa firmada por los jugadores, y se plantó en Roma, donde tenía una audiencia con el Papa Francisco, otro gran aficionado a este deporte. Desde los aledaños del Palacio de la Moncloa se han encargado de destacar por activa y por pasiva que nuestro presidente ha sido el primer mandatario europeo en verse con el nuevo Pontífice. Mientras tanto, más o menos a la misma hora, en Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, máximo responsable de su archidiócesis, a la vez que presidente de la Conferencia Episcopal de España, abría la sesión plenaria de primavera de los obispos, que este año se ha retrasado un poco sobre las fechas habituales, con un discurso que puede calificarse de crítico con el Gobierno de Rajoy, por lo menos en algunas partes. La cosa venía a cuenta de la legislación sobre el aborto y los matrimonios homosexuales, que los del PP no han modificado todavía, a pesar de llevar en el Palacio de la Moncloa un año y casi cuatro meses. Y, claro, Rouco, se ha impacientado y largó su andanada para recordar aquello de "qué hay de lo mío".Lea el artículo completo en la edición impresa de LA GACETA
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