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Casado, Sánchez, Iglesias y Rivera se ven las caras en RTVE con el objetivo de convencer al electorado indeciso.
Así llegan los cuatro líderes políticos al debate de RTVE de este lunes

Así llegan los cuatro líderes políticos al debate de RTVE de este lunes

Sánchez parte con la ventaja que le dan las encuestas pero deberá ‘torear’ las embestidas de los tres candidatos que buscarán seducir a ese 30% de indecisos

Lunes, 22 de abril 2019, 20:45

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Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera se verán las caras esta noche en el debate a cuatro que organiza RTVE. Envuelto en la polémica de fechas y con la amenaza inicial de Sánchez de no acudir al de Atresmedia, finalmente irá a ambos, el candidato socialista es el que más tiene que perder en el cara a cara. Los sondeos le dan como ganador de las elecciones del próximo domingo y la única duda parece estribar en si su pacto con Podemos le permitirá alcanzar la mayoría para gobernar. En caso de que no sea posible, la lógica hace creer que Sánchez volverá a apoyarse en los nacionalistas para formar gobierno, siempre y cuando las cuentas alcancen.

En el debate de este lunes, Sánchez deberá defenderse de los, previsibles, ataques que sufrirá por sus nueve meses de gestión y que a buen seguro tendrán en el eje central el tema de Cataluña y la “permisividad” del ejecutivo socialista en materia presupuestaria. A juzgar por otros debates, sin los cabezas de cada partido, Casado y Rivera interrogarán a Sánchez por un hipotético indulto a los presos secesionistas. Es aquí donde se le pueden ver las costuras a Sánchez, ya que varias encuestas apuntan a que 1 de cada 3 votantes socialistas no quiere pactar con los nacionalistas. Su uso del ‘Falcón’, de RTVE o del CIS seguro también estarán sobre la mesa.

Pablo Casado es, quizá, el candidato que llega con más presión al debate. Las encuestas auguran un batacazo del PP, que podría no llegar a los 80 escaños perdiendo la mayoría en la cámara. En esta tesitura, y a tenor de sus mítines, Casado saldrá con un mensaje agresivo y contundente contra el candidato socialista para intentar reafirmar su postura de líder de la oposición. Apelará al voto útil, como ya lo lleva haciendo durante toda la campaña y desde que fue elegido como líder de los populares. También tendrá que lidiar con el fantasma de Vox, que no participará en el debate pero, seguro, será protagonista.

Por su parte, Albert Rivera, llega en un momento delicado. Los sondeos manejan una horquilla bastante amplia con el número de escaños que obtendrá su formación. La moción de censura que ganó Sánchez hizo saltar por los aires los planes de Ciudadanos, que ahora necesita reafirmarse como garante del ‘bloque constitucionalista’. Su principal valor lo tiene en Cataluña, donde la formación naranja fue la más votada en las últimas elecciones autonómicas. Su mayor dificultad será la de defender ese centro político que Rivera siempre ha defendido pero que ahora ha tenido que romper en pos de apoyar a un gobierno con Vox en Andalucía y tras declinar a Sánchez como socio de gobierno.

Recuperado de su paternidad, Pablo Iglesias tampoco lo va a tener fácil. Del posible ‘sorpasso’ que no llegó a producirse en 2016, a la pérdida de la mitad de los escaños que podría producirse si los sondeos aciertan. El conflicto ‘guerracivilista’ en Podemos ha hecho que la formación morada se desmembre y pierda a varios de sus referentes y fundadores, con Errejón a la cabeza. Iglesias sabe que Sánchez necesitará de sus votos para gobernar. Al mismo tiempo necesita desmarcarse de la imagen de muletilla de los socialistas. Su ventaja puede radicar en que los demás partidos, Ciudadanos y PP, centren demasiado sus ataques a Sánchez.

Y por último, Vox, que no estará en el debate pero difícilmente su auge pasará inadvertido. Después del terremoto político que fueron las elecciones andaluzas, la formación de Abascal se ha convertido en un agente de gran relevancia en la política española. Su irrupción ha girado el tablero político hacia la derecha y aunque Ciudadanos y PP no quieren oir hablar mucho de ellos, saben que su única posibilidad por echar a Sánchez de la Moncloa pasa por apoyarse en la ultraderecha.

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