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El vídeo viral del violinista salmantino JaviLin sobre la vuelta a las discotecas... en Taiwán

“No es casualidad, tuve que pasar 15 días en cuarentena y rastrean cada movimiento que realizas”, asegura

Lunes, 15 de febrero 2021, 12:40

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“A 6 de febrero de 2021...en Taiwán estamos así”. De fondo suena música tecno, los brazos en alto, jóvenes bailando, riendo. Una imagen que ahora mismo suena a distópica si la observa un joven salmantino que a las ocho menos cuarto mira el reloj para llegar a casa antes de que suenen las campanadas del toque de queda, tras tomar una caña corriendo en una terraza sin música. Esta fue la imagen que ha corrido de móvil en móvil, sobre todo de los salmantinos, gracias a un vídeo viral que ha protagonizado el violinista salmantino Javier Lin desde su estancia temporal en Taiwán.

”No es casualidad que estén así en Taiwán, no ha sido Dios Todopoderoso el que ha decidido que en este país no haya coronavirus”, explica en el inicio de la conversación. “Llevaba más de un año sin salir de fiesta en una discoteca, lo primero que quería era compartirlo con mis amigos como haría cualquier persona en mi situación, pero ha llegado a todos lados. Era como si fuera la primera vez que salía de fiesta”, detalla sobre el famoso vídeo que asume que se le ha escapado de las manos.

JaviLin, nombre artístico que ha ido ganando peso tras su paso por el programa televisivo de ‘Got Talent’ detalla a 10.000 kilómetros cuáles son las importantes medidas de seguridad que han permitido poder vivir escenas como las que mostró en el vídeo. Nacido en Salamanca, aunque con orígenes en Taiwán, viajó a la isla asiática el pasado 12 de diciembre por temas familiares y tuvo que vivir una auténtica odisea para entrar en el país de sus padres. “En Taiwán solo pueden entrar residentes o que tengan el pasaporte taiwanés o con un permiso especial de la embajada”, subraya. No obstante, señala que, “sin excepción” todos tienen que pasar una estricta cuarentena de 14 días. Nada más bajar del avión, tenía que hacerse con un número taiwanés al que enviarían un código. “Todos los días me escribían para preguntarme si tenía síntomas y no podía salir de mi habitación. Tenía que tener el móvil encendido durante las 24 horas del día y creo que estaba también geolocalizado. Si no coges la llamada o no respondes al mensaje, los sanitarios se presentan allí”. Para poder hacer la cuarentena había dos posibilidades: alquilarse una habitación de un hotel, o en su caso, una vivienda donde no conviviera con más personas, que fue finalmente su opción al tener una propiedad familiar.

Tocaba el segundo paso. ¿Cómo llegar hasta el domicilio a 200 kilómetros cumpliendo la cuarentena y sin entrar en contacto con nadie? Para ello, el Gobierno de Taiwán también está preparado. “Me financiaron el 75% del servicio de taxi que puede costar de forma similar a lo que puede valer desde Madrid a Salamanca. Pagué 40 euros de los más de 200 que ponía el taxímetro que se hace cargo el Gobierno”. A partir de ese momento, ni poner una pierna en la calle. Ni una pierna literalmente hasta el último segundo. “Ha habido sanciones muy gordas por gente que salió 8 segundos antes a dar una bolsa al compañero”.

“En noviembre de 2019 todo el mundo en Taiwán se ponía la mascarilla por los rumores de una neumonía atípica”

Con estas medidas, los únicos casos que ha tenido Taiwán han sido importados de personas que se encontraban pasando la cuarentena, ya que, o lo incubaban en los hoteles, o si eran asintomáticos estaban también aislados. Desde el inicio de la pandemia, la isla asiática ha reportado tan solo 935 casos desde noviembre de 2019 con el pico solo en el mes de abril. Para JaviLin una de las claves es que ya en 2019 se empezaron a tomar las primeras medidas. “La experiencia también ha sido clave. Hace una década pasaron ya un SARS-COV que fue bastante trágica y provocó cuarentenas locales. Por ello, nada más que se tuvo conocimiento de una neumonía atípica toda la población se puso la mascarilla, sin que nadie se lo pidiera”.

Una de las principales diferencias que encuentra con España en el éxito de Taiwán se encuentra en el eficaz rastreo que se realiza de todos los contactos gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías. “No puedes ir a un restaurante, un centro comercial o una discoteca como la que estuve sin escribir en un formulario tus datos personales con el número del pasaporte, el teléfono móvil y tu domicilio. No como el Radar Covid de España que ni se activa”, detalla.

Donde no ve ninguna semejanza es en la batalla política española con las medidas al unísono de Taiwán. “Todo el esfuerzo que se está haciendo es para evitar contagios, mientras que en España estamos hartos de ir dando palos de ciego. En cada comunidad puedes hacer una cosa. Por muchas medidas que tengamos, nos da la sensación de que esto no va a acabar nunca”. Por ello, asegura que España y Europa han llegado tarde quizás “por no fijarse en los países como Taiwán que ya avisaban de lo que venía”. En marzo volverá a España tras haber vivido cuatro meses de nueva normalidad.

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