Borrar

El toro bravo torea a Filomena

Antes de que irrumpiera la nieve, los ganaderos salmantinos luchaban contra las gélidas temperaturas que les llevan a diario a romper charcas y pilas ‘candadas’ por el hielo para dar de beber a sus animales

Viernes, 15 de enero 2021, 12:25

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

De la alfombra blanca que cubrió de nieve el Campo Charro tras el paso de Filomena al hielo que ha candado las pilas y charcas que dan el sustento a los animales. Así se encuentra el paraíso del toro bravo, envuelto en un bucólico manto que es atractivo para la vista y sufrido para trabajar. Y lo hace más duro al estar congelado tras encadenar muchos días bajo cero con unas temperaturas que no recuerdan ni los más viejos de lugar. “Siempre ha hecho frío pero estar todo el día, no uno ni dos, a varios grados bajo cero, no lo recuerdo”, dice Julio Pérez Tabernero, el titular del hierro de Pilar Población. A la rutina diaria del campo, de cuidar, sanear, herrar, tentar, estar pendiente, repartir comida se une ahora con el intenso frío la de romper los pilones y las charcas, para que toros, vacas y becerros sigan bebiendo. “Rompes el hielo por la mañana y, por la tarde, ya están de nuevo cerradas”, comenta Moisés Fraile, ganadero de El Pilar quien reconoce que llevan ya más de una semana luchando contra el frío pese a que en las faldas de la sierra en la que se asienta El Puerto de la Calderilla, su finca, cerca de Tamames, no es donde más nevó: “Ha sido peor el hielo”, incide. Con él llevan combatiendo antes de que España entera se vistiera de blanco: “Hemos llegado a ver hasta 30 centímetros de hielo en un pilón donde beben los toros”, explica: “Mi padre dice que hacía muchísimo que no había unas heladas tan duras, que habría que remontarse hasta los años 70 por lo menos”. En El Puerto de la Calderilla se han llegado a registrar en los últimos días hasta 12 o 14 grados bajo cero. Así incide en ese detalle que adelantaba Julio Pérez Tabernero y que multiplica una dureza que soportan como pueden: “Lo peor para los animales es la cantidad de horas de frío intenso que se acumulan ya, sin un alivio”, matiza.

Una pila en la finca de El Pilar totalmente helada.
Una pila en la finca de El Pilar totalmente helada.

En esa línea se expresa Antonio Palla, el ganadero de Moscosa, en el Campo de Ledesma, a quien los hombres de campo más veteranos de la zona le dicen que esta ola no es nueva, pero que sí es cierto que “de manera tan intensa y durante tanto tiempo es difícil de recordar”. Así estos días se ven obligados a romper el hielo de las charlas con las palas de los tractores o con mazas para garantizar el agua a sus animales. “Si habitualmente beben 20 o 25 litros, ahora menos, 10 o 12, pero tienen que seguir bebiendo diariamente, claro”, concreta Moisés Fraile quien concreta que ahora no hacen otra cosa que repartir agua con las cubas y romper el hielo de pilas y charcas. Antonio Palla, dice que los animales bravos son duros y que resisten las inclemencias del tiempo por duras que sean, pero que estos días ve a sus toros y vacas más “encogidos” de lo normal por las temperaturas tan bajas. Y descubre la manera que tienen de potenciarlos para combatir este azote: “Se incrementa la alimentación y le subimos la ración de pienso. También le ponemos mucha paja, para comer y además se echamos en el suelo para que se puedan tumbar en sitio seco los becerros”. “Para echar de comer, con tanta nieve como ha caído, lo pone muy complicado”, aclara Julio Pérez Tabernero; quien avanza que la buena alimentación es clave para que los animales puedan superar jornadas tan duras: “Si llegan bien comidos y fuertes de atrás, no les pasa nada”. Y ahí muestra su alivio, tras un año cruel para el campo en el que la pandemia arrasó la temporada y casi nadie lidió sus reses: “Si algo tuvo bueno 2020 fue que nos vino una primavera muy buena y un otoño excelente... Y eso facilitó las cosas entonces y también ahora”, respira aliviado.

Añojas con el hierro de Pilar Población bajo la nieve.
Añojas con el hierro de Pilar Población bajo la nieve.

En la ganadería de Antonio Palla están viendo ahora la luz ahora algunos becerros. Es época de paridera. Y reconoce que son los que peor lo pasan: “Algunas vacas están pariendo estos días a 8 grados bajo cero, los becerros salen muy húmedos y con esas temperaturas, por mucho que los lama la vaca sufren para salir adelante”. En este sentido, Moisés Fraile puntualiza que hace ya años decidió retrasar la paridera: “En este tiempo, noviembre y diciembre, se nos morían muchos becerros, por eso hace ya años decidimos retrasarla y empezarán a nacer los primeros a finales de enero”.

Erales de la ganadería de Carlos Charro, en la finca de Peña de Cabra, en el término municipal de Narros de Matalayegua.
Erales de la ganadería de Carlos Charro, en la finca de Peña de Cabra, en el término municipal de Narros de Matalayegua.

Fernando López, representante de la divisa de Carlos Charro analiza el paso de Filomena y la ola de frío en la finca de Peña de Cabra, en Narros de Matalayegua: “Aquí la nieve no ha sido tan dura como por Madrid o Castilla La Mancha. Ha nevado y es bueno que venga para los abrevaderos, para las charcas... Pero ahí también ya hemos tenido que partir el hielo. Lo malo es que casi se juntan los hielos de un día con los del siguiente y eso se hace muy duro para el ganado”, puntualiza como sus compañeros. Y ratifica la táctica que adelantaba Antonio Palla: “Ahora hay que tener mucho más cuidado sobre todo con los becerros, hemos subido la alimentación y procuramos tener más a punto aún los comederos, para que estén secos en la medida que se pueda. Y el pienso que le echamos en el campo, ahora lo hacemos sobre una cama de paja para que les haga de base y no se pierda entre la nieve y lo puedan comer”, explica Fernando López. En Peña de Francia la paridera comenzará en un par de semanas. “Ahí hemos tenido suerte”, matiza, pero reconoce que eso es “imposible controlar porque nunca se sabe cuando va a llegar algo así: “Los meses más duros suelen ser diciembre y enero, son los que menos horas de luz tienen y eso afecta. A partir de ahora los días son ya cada vez más grandes”.

Toros de El Pilar buscando el refugio tras la nevada.
Toros de El Pilar buscando el refugio tras la nevada.

Una de las zonas donde más nieva cuando llegan estas olas de frío es en las fincas de Jesús Cobaleda. Tanto La Matilla (Beleña), donde pastan las vacas, como en La Torre (San Pedro de Rozados), donde se crían los toros de Barcial, están a más de mil metros de altura. Y lo sufren: “Nos ha pillado en un momento crítico, son jornadas en las que estamos con saneamientos y tenemos que mover y trabajar con las vacas. Las solemos ir engañando con los tacos de comida, pero estos días con la nieve no se puede echar...”, explica resignado antes de hablar de sus toros: “Están en diferentes cercados y ahí las tuberías y los pilones de agua los ha reventado el hielo”, lamenta uno de los pocos criadores de bravo que mantienen reses de procedencia Vega Villar. En ambas fincas la nieve ha sido abundante, “lo malo viene ahora”, matiza sabedor que se convertirá en hielo y lo complicará todo más. “Aún no lo tengo todo controlado”, asevera. Hay cercados y zonas de la finca en la que se encuentran los animales a los que ni siquiera todavía, tres días después, ha podido acceder: “Ya nos hemos quedado varias veces atollado con un patrol y lo hemos tenido que sacar con el tractor”. Como al resto, su preocupación llega con los becerros recién nacidos: “Aunque son muy duros... De momento no se nos ha muerto ninguno”. Muy cerca, en Fresno Alhándiga, se encuentra la de Fresno, donde pastan los santacolomas de Pilar Población: “La nevada ha sido de las más intensas que recuerdo”, entra en escena otra vez Julio Pérez Tabernero. Esas nevadas propiciaron muchas imágenes con la borrasca Filomena a cuestas en las redes sociales: “He visto infinidad de fotos admirables trabajando estos días, donde se demuestra como cuidamos y mimamos a los animales. Y no vi a los animalistas darnos sus falsas lecciones. ¡No saben lo que critican!”, concluye con una sonrisa, antes de que Antonio Palla ponga la rúbrica: “Sufrimos por nuestros animales y le entregamos casi hasta lo que no tenemos. Siempre, y estos días más, tratamos mejor a nuestros animales que el Gobierno a muchas personas. Se han olvidado de nosotros”.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios