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Un recuerdo industrial salmantino

Un recuerdo industrial salmantino

El molino de harinas rememora en el Tormes las efímeras factorías de la ciudad

JAVIER SORIA

Domingo, 10 de julio 2011, 22:20

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Abierto en Salamanca en el año 2002 con motivo de la Capitalidad Cultural de la ciudad, el antiguo molino de harinas del Tormes esconde un gran tesoro en su emplazamiento en la orilla derecha del río. Se trata de un legendario edificio que conserva toda la maquinaria original con la que los obreros trabajaban moliendo el trigo en las postrimerías del siglo XIX e inicios del XX.El molino, que se encuentra en perfecto estado tras una gran labor de reparación y conservación por parte de su actual gerencia, perteneció a la Fábrica de Harinas El Sur, situada en el paraje conocido como la aceña El Muradal.La fábrica fue edificada en 1881 sobre las ruinas de un molino de maquila, término acuñado en el medievo y que describe un antiguo sistema de moler el trigo en un molino ajeno, pagando al molinero el alquiler con parte del producto obtenido. Ese primer molino, construido a imagen y semejanza de las casas del siglo XIX que pueblan La Alberca, dejó paso a la fábrica, levantada por los dueños de la empresa, la sociedad Pérez Moneo, dirigida por don Anselmo Pérez Moneo, que según destacan desde el actual Casino, "fue un emprendedor local que hizo fortuna fabricando y montando máquinas precisamente para las incipientes fábricas españolas". Con posterioridad, otros descendientes de la familia Pérez Moneo ocuparon puestos de responsabilidad tanto a nivel industrial como municipal en la ciudad del Tormes hasta pocos años antes de la Guerra Civil.En 1895, la sociedad pasó a llamarse Moneo y Allen, y acometió una gran reforma, obligada por la languidez del sector, que cayó en desgracia a la vez que España perdía sus últimas colonias en ultramar, principal lugar donde eran exportadas las harinas. Pero se recuperó hacia 1900, cuando la casa suiza Bühler instaló su modernas máquinas de elaboración de harinas al por entonces revolucionario procedimiento austro-húngaro. En esos años la factoría transformaba 30 toneladas diarias de trigo mediante una maquinaria sofisticada que apenas sufrió variaciones hasta su cierre.Más información en la edición impresa de este lunes 11 de julio

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