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MATEO GONZÁLEZ
Miércoles, 9 de enero 2019, 12:53
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Dori tiene una nueva amiga en Facebook, se llama Verónica y pertenece al grupo "Fe y Luz" de atención a las personas con discapacidad. Mientras Adriana, de 16 años, en una sola mañana, ha cambiado completamente su imagen acerca los menores que se encuentran tutelados por diferentes asociaciones. "Ahora siento mucha empatía y los llego a entender", confiesa.Estas son algunas de las conversaciones que se podían escuchar este fin de semana entre los participantes del primer encuentro diocesano de jóvenes. Una iniciativa que lleva preparándose unos meses y que trata de ser un "hermoso mosaico de la juventud salmantina, una auténtica fiesta", en palabras del Andrés González Buenadicha, delegado de la Pastoral Juvenil de la Diócesis. "Armar lío, que diría el Papa", apunta.Durante el sábado, los participantes pudieron hacer distintas experiencias de solidaridad y de convivencia, concluyendo con un concierto del cantautor Nico Montero y una oración juvenil.Repartidos por toda la ciudad, los jóvenes se han metido, por un día, en la vida de instituciones que atienden a menores, mayores, discapacitados y personas en riesgo de exclusión social. Así, Marta y Paula, 16 años, compartieron una mañana con algunos de los educadores y chicos acogidos en la Casa Escuela Santiago Uno. Se han quedado fascinadas por "la cercanía" que han sentido con ellos. "Toda la gente debería conocer esto", dice Marta. Con Douglas, uno de los anfitriones, Soraya ha podido hacer capoeira mientras descubre la "visión de futuro tan profunda" que tienen estos chicos, a pesar de su pasado lleno de complicaciones.
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