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El párroco de Serradilla del Arroyo fue condenado a un año de cárcel por abusos sexuales a una niña

El párroco de Serradilla del Arroyo fue condenado a un año de cárcel por abusos sexuales a una niña

Joaquín Galán era entonces cura de la localidad de Espeja donde, según "El País", hay una segunda víctima

Martes, 20 de noviembre 2018, 16:43

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El actual párroco de Serradilla del Arroyo, Joaquín Galán Pinto, fue condenado a un año de cárcel en 1988 por abusos sexuales a una niña de diez años. Se trata de una sentencia que en su día no trascendió y que se ha revelado ahora tal y como ha reconocido la Diócesis de Ciudad Rodrigo e informa el diario "El País". Galán, que cometió los abusos cuando era párroco de la localidad de Espeja, no llegó a entrar en prisión al no contar con antecedentes penales. Sin embargo, en lugar de ser apartado de forma fulminante de su labor pastoral, se le trasladó de parroquia y ejerció como párroco de otras localidades como Mosagro y ahora Serradilla del Arroyo. Asimismo, también forma parte de la vicaría judicial de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, precisamente el tribunal que se encargaría, entre otros muchos asuntos, de estudiar las posibles denuncias relativas a abusos de menoresEn declaraciones a "El País", el entonces obispo de Ciudad Rodrigo, actualmente en León, Julián López, asegura que se actuó "conforme a la legislación canónica vigente" entonces. Admite que no abrieron ningún proceso eclesiástico. "Se consideró suficientemente importante y válido el proceso en el ámbito civil por lo que no se consideró necesario un proceso canónico expreso", explica López.El diario madrileño habla además de otra presunta víctima que niega Julián López, al que no le consta ningún caso más relacionado con Joaquín Galán. Se trataría de otra niña de diez años aunque sus padres no llegaron a presentar ninguna denuncia. "Nos aconsejaron que era lo mejor, para no traumatizar más a la niña con el proceso y los interrogatorios", cuenta el padre de la entonces menor a "El País". La sentencia posterior del cura fue tan secreta que ni este hombre sabía que había sido condenado.

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