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Historia de la Puerta de la Villa de Ledesma

Historia de la Puerta de la Villa de Ledesma

En la fortaleza se conserva el escudo del Conde de Ledesma Don Beltrán de la Cueva

MONETTE

Martes, 2 de octubre 2018, 15:14

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MONETTE Siguiendo la vasta muela de piedra, se alza la Villa de Ledesma, en un tiempo cercado de murallas de piedra granítica, probablemente almenada, a juzgar por los restos que de éstas almenas todavía subsisten en algunos trozos de la misma. Ocho puertas permitían la entrada en el recinto amurallado las que se conocieron por los siguientes nombres: del Puente, de Herreros, de San Nicolás, del Pozo de la Nieve, de San Juan, del Caracol, de San Pedro y la de toros.Muchas de estas puertas presentaban el arco apuntado, y otras, el de medio punto, y alguna se conserva aún como sucede con la de San Nicolás. Las murallas se extienden formando una ruta en zig zag, desde el puente hasta la Villa, para salvar la altura a que ésta se encuentra sobre aquél, y la parte y en la parte en la que no existía la defensa natural que del gran desnivel del terreno, o sea, en la parte occidental de la población, donde este no es quebrado como en la parte oriental. Se alza la Fortaleza y algunos torreones ya cuadrados, ya redondos para completar la defensa. Basta ver las murallas y fortaleza para comprender que Ledesma, la antigua Bletisa de los Romanos, según testimonios de algunas inscripciones, aún cuando algunos historiadores dicen que se llamó Fera y otros, Castro del Río, fue una población en lo antiguo de gran importancia militar y estratégica. Conservar estos restos del pasado, que tan hermosa perspectiva ofrecía a la villa, debió ser siempre el objetivo principal de sus moradores, pero no lo han entendido así, y una tras otra van desapareciendo estas reliquias del pasado, y la indiferencia de unos y el menosprecio de otros han hecho que, abandonadas así mismas, se vayan derrumbando calladamente, rendidas más por el abandono que por las inclemencias de los tiempos. Nuestro dibujo señala las direcciones que siguen las murallas a partir de la salida del puente y muestra como allá en lo alto, se destacaba una puerta que últimamente se demolió, puerta de la villa que daba una vista exuberante. El grabado nº 2 da belleza al conjunto de las demás construcciones de murallas y el puente. Ésta puerta ya no existe, nosotros la vimos aún alzándose orgullosa sobre los riscos que la sustentaban y dominando altanera y majestuosamente, y la vimos ya deteriorada y en un estado ruinoso, es cierto, pero ostentando sobre el arco de entrada el escudo que representa el puente y pasando por él, el brioso corcel, Don Beltrán de la Cueva, Conde de Ledesma, y en lo alto de la puerta más allá aún que las siete almenas que la coronaron en tiempos, y en el ángulo que da la río, la garita del soldado que, vigilante, podía dar aviso si necesario era prevenir a los moradores de cualquier acechanza de que la villa pudiera ser objeto. El dibujo nº 3 marca el frente que la misma puerta ofrecía en la casa que miraba al interior de la villa. Nada de ella se conserva y se ha perdido la graciosa silueta que ostentaba, quebrando las líneas de las murallas y dominando señorialmente, como antes dijimos, todos sus alrededores. La puerta se conserva al escudo de Don Beltrán de la Cueva y que hoy en día luce esplendoroso en la entrada principal de la Fortaleza de esta villa de Ledesma.

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