Vinicius lidera el pleno antes del Clásico

Los blancos llegaban a Braga aún con los recuerdos de lo vivido el fin de semana en Sevilla y la polémica con el arbitraje y la mirada en el Barcelona el próximo sábado. Pero antes tocaba cumplir con la Champions, eso sí con la tranquilidad de haber ganado los dos primeros partidos de la competición. En busca del no hay dos sin tres, Ancelotti optaba por la rotación, pero sin revolución. Nacho, Fran García, Modric y Camavinga entraban en el once pudiéndose pensar que ninguno de los cuatro iniciará en Montjuic.

Quien no quiere quedarse fuera del once del Clásico es Rodrygo, al que también pueden llamar Mr. Champions. Porque este chico tiene algo con la máxima competición europea. El brasileño llegaba en crisis goleadora (no marcaba desde la primera jornada de Liga), pero es escuchar los acordes de la Champions y sentirlo como medicina. Vinicius controló en carrera un balón en largo de Nacho y Rodrygo se anticipó al defensor para meter la punterita y materializar el centro de su compatriota desde la izquierda. Ya suma 17 tantos en 'su' torneo y es el brasileño con más goles en la Copa de Europa con la camiseta del Real Madrid. Una gesta digna para hacer un vídeo en la televisión del club.

El gol no intimidó, ni mucho menos, al Braga, que se sabía ante un partido histórico para ellos. Empujados por la grada llegaban una y otra vez, con más fe que fútbol, a la portería de Kepa, aunque sin obligar a intervenir al portero madridista, que se marchó al descanso sin apenas haber tocado el balón con las manos.

El Real Madrid no se encontraba a disgusto con el Braga intentando llevar la iniciativa y esperando salir a la contra. Vinicius avisó con un par de jugadas en las que el juez de línea levantaba la bandera. Los de Ancelotti buscaban atacar la línea adelantada de los portugueses una y otra vez sabiendo que alguna podían cazar. Pero no habría tiempo en la primera mitad. La sensación era de que sería cuestión de tiempo que con un poco de precisión en el último pase el partido no se le escaparía a los blancos.

La segunda parte comenzaba con el mismo pálpito y es que cada vez que Vinicius recibía y encaraba a los defensores del Braga todo hacía parecer que el segundo iba a caer. Lo tuvo Bellingham en sus botas tras un gran control con el pecho y un disparo que podríamos llamar volea que el meta Matheus despejaba a córner. Los blancos eran superiores y Ancelotti esperaba ese tanto de la 'confirmación' para mover el banquillo y activar el 'modo Clásico'. Pero los minutos pasaban y el tanto no llegaba. El partido no estaba ganado.

Lo intentó primero Camavinga, después Carvajal con un cabezazo que se marchaba por poco. Pero iba a ser Bellingham, quién si no, el que consiguiese el tanto que tanto buscaba el Real Madrid. Tercer partido en Champions y tercer gol.

Pero el Braga reaccionó rápido. Apenas había terminado de celebrar Bellingham con su característico gesto abriendo los brazos mirando a la grada cuando Djaló sacaba un zapatazo que agitaba el partido y también a los más de 30.000 portugueses que animaban desde las gradas de su particular estadio. El partido no estaba ganado.

Es más, entraba en terreno peligroso porque el choque se rompía y escapaba del dominio del Real Madrid. Cierto es que en el intercambio de golpes pocos equipos aguantan a los blancos, pero también es verdad que los cambios sentaban bien a un Braga que llegaba con peligro en busca del empate. Ancelotti se veía obligado a reforzar la medular dando entrada a Tchouaméni por Rodrygo y también la defensa retirando a Fran García por Mendy.

Pudo quedar sentenciado el partido con un gol de Vinicius a ocho minutos para el final tras finalizar de manera magistral una contra. Pero el linier levantaba la bandera, y el VAR corroboraba la decisión, pese a lo dudoso de las imágenes de televisión. El grafismo de la toma seleccionada tampoco ayudaba. Los últimos minutos fueron de tensión y quedaron marcados por la marcha de Bellingham al banquillo por lo que parece aparentemente un problema en la ingle. Tres de tres en Champions, trabajo hecho y la mirada puesta en el siguiente objetivo: el Clásico.