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Una victoria como Dios manda

Una victoria como Dios manda

El Real Madrid vence al Nápoles (2-3) tras superar las dificultades en el Diego Armando Maradona. Bellingham volvió a liderar al equipo y Valverde sacó un cañonazo para el gol de la victoria

Martes, 3 de octubre 2023, 23:09

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Nápoles

Nápoles

Leo Østigård (18') , Piotr Zielinski (53')

2

-

3

Real Madrid

Real Madrid

Vinícius Jr. (26'), Jude Bellingham (33'), Alex Meret (77')(PP)

El Real Madrid ganó como Dios manda. Era un partido que exigía la mejor versión en la competición que no perdona errores y ante un rival envalentonado por el hecho de jugar en el estadio que lleva el nombre del todopoderoso, omnipotente y omnipresente Diego Armando Maradona. Y los blancos estuvieron a la altura.

Salió el Real Madrid al partido para imponer desde el primer momento su personalidad y golpear primero para reducir el ensordecedor ambiente que se propagaba en la grada. Rodrygo tuvo en sus botas el gol en un mano a mano que detuvo Meret y Bellingham también lo intentaba con un lanzamiento con la izquierda que acababa en un córner que se unía a una serie de tres saques de esquina consecutivos que no hacían más que confirmar que los de Ancelotti tenían a su rival contra las cuerdas.

Pero no pudo culminar el Real Madrid su buen acto de fe en el arranque con un gol, que sí se encontró el Nápoles en uno de sus primeros acercamientos. Kepa pecó de confianza, midió mal en la salida de un córner y salió con el puño en falso. El meta madridista no solo no llegó a tocar la pelota sino que además dejó su portería desprotegida. Natan remató de cabeza enviando el balón al larguero. A Ostigard se le apareció la virgen para cazar el rechace y empujar el balón a la red. La locura se desataba en el estadio y las cosas se complicaban en el Maradona.

A Ancelotti le tocaba rezar y que las oraciones ayudasen a revertir la situación. Las plegarias no tardaron en hacer efecto. A Bellingham se le iluminó la escena en el 27' cuando vio que podía anticipar con sus largas piernas un balón en salida de Di Lorenzo y asistir a Vinicius que con un toquecito suave de interior con la derecha iba a empatar el partido.

MVP: Bellingham

Un partido más volvió a ser el mejor jugador del Real Madrid. Rebó y asistió en el primer gol de Vinicius y firmó una obra de arte para adelantar a su equipo anotando el 1-2.

La inspiración divina le iba a a durar a Bellingham que siete minutos después firmaría una de esas jugadas que saldrán en los highlights de la competición cuando acabe la presente edición, el típico resumen que luego se proyecta en el salón de actos de la UEFA a la hora de hacer sorteos o entregar premios. El inglés recibió un pase de Camavinga para arrancar por el centro y generar la impotencia de los defensores napolitanos que solo pudieron ver como se iba deshaciendo de ellos hasta adentrarse en el área y sacarse un disparo certero que acababa en la red. Un auténtico golazo que hubiese firmado el propio Maradona.

Antes del descanso Kepa purgó su pecado en el gol del Nápoles con una muy buena intervención tras un gran cabezazo de Oshimen que ganó a Rüdiger en la lucha aérea.

El partido iba a dar un giro radical tras el descanso cuando el francés Turpin tras consultar con el VAR iba a pitar un polémico penalti que suponía el empate en el marcador. Nacho fue la suelo para tapar un disparo de Oshimen que tras rebotar en el propio defensor blanco le impactaba en la mano. No lo vio el árbitro en directo, sí en la pantalla. Zielinski no iba a fallar desde los once metros.

La polémica: penalti de Nacho

Corría el minuto 50 de partido cuando llegó la jugada polémica del partido. Nacho se lanzó para frenar un lanzamiento del nigeriano Oshimen desde dentro del área. La pelota impactó en su brazo despegado del cuerpo tras rebotar antes en la pierna. El VAR avisó a Turpin que tras revisar la jugada decidió señalar penalti.

La jugada tocó mentalmente al Madrid que caía en la lentitud en el juego ante un Nápoles crecido viéndose capaz de lograr incluso una victoria que parecía muy complicada cuando se marchó al descanso. No pintaba bien la cosa. Ancelotti miraba al banquillo y daba entra a Mendy y Modric. Pero si algo tiene el Real Madrid, y más en la Champions, es que ante la dificultad se crece.

Iban a avisar primero Vinicius y Bellingham con un doble remate que hacía presagiar lo que iba a pasar minutos después. Fede Valverde iba a enganchar un balón en la frontal del área para sacar un disparo seco y violento de empeine total que cuando Meret quiso ver ya estaba dentro de la portería tras rebotar en el larguero y pegar en su nuca. Esta vez fue el Pajarito el que sacó la escopeta...

Faltaban quince minutos para sacar a relucir la experiencia del equipo Rey de Europa consciente de que los tres puntos de Nápoles eran dar un paso de gigante de cara a la clasificación ganando en casa del que se puede señalar como el gran rival del grupo. Los blancos encontraron en la casa de Maradona una bendición que confirma que en la Champions el Real Madrid es Dios.

 

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