Valverde y Vinicius obran la remontada ante el Milan

Ancelotti apostó por un primer once bastante reconocible y con la principal novedad del cambio de dibujo con el que quiere probar el entrenador italiano esta temporada. La baja de Benzema y la necesidad de encajar a Bellingham le llevan a cambiar su habitual 4-3-3 por un 4-4-2 en rombo donde el inglés forma parte de la mediapunta. El ex del Dortmund se mostró cómodo y protagonista en el juego siendo de los hombres más destacados durante los más de 60 minutos que estuvo en el campo dejando detalles que bien valen a los seguidores blancos tener razones para ilusionarse con él.

Junto a él en el medio campo, Ancelotti colocó a Kroos como pivote más retratado y a Camavinga y a Valverde como volantes para usar su verticalidad tanto en defensa como en un ataque donde iniciaron dos de los nuevos fichajes: Joselu y Brahim.

Desde el comienzo del partido el Real Madrid salió dominante, siendo el dueño del balón y creando las mejores ocasiones. Fede Valverde probó fortuna desde fuera del área y la conexión entre Brahim y Bellingham entre líneas también inquietaba la portería de un Milan que aguantaba las embestidas blancas a la espera de su momento, que llegó en el minuto 25 cuando se adelantó en el marcador gracias a un remate de Tomori a la salida de un córner. El central inglés se aprovechó de un despiste de los defensores para rematar de cabeza solo en el área pequeña y batir a Lunin.

El gol dio confianza a un Milan que comenzó a adelantar líneas y a forzar errores de una defensa madridista bastante errática. Fue precisamente un fallo de Nacho, que estrenaba capitanía, lo que propició el segundo tanto antes del descanso. Luka Romero recibió un balón en la frontal del área que envió a la escuadra con un sensacional zurdazo que hacía levantar la ceja de un Carletto un tanto desconcertado con lo que estaba sucediendo.

Quizá por ello apostó por darle un lavado de cara total al equipo introduciendo hasta ocho cambios entre los que destacaban Vinicius, Rodrygo y Modric, así como el debut de Fran García, que entraba por Mendy en el lateral izquierdo. Sólo Lunin, Valverde y Bellingham se mantenían en el equipo respecto a los que habían comenzado el choque.

La primera gran ocasión de la segunda parte estuvo en las botas de Rodrygo. Una buena acción individual y un disparo con el exterior obligó a intervenir a Sportiello con una buena parada que iba a contrastar con lo que hacía minutos después; una cantada espectacular que iba a permitir que el Real Madrid recortar distancias. Valverde volvió a probar fortuna con un disparo lejano que le salió centrado y que se comió el meta italiano para meter a los blancos en el partido.

Tanto, que apenas un minuto después el Real Madrid empataba el choque. Iba a ser Fede Valverde de nuevo el que aprovechase otro error defensivo de los italianos, esta vez de Tomori, para chutar con la derecha desde fuera del área y ajustarlo al poste. Dos tantos seguidos que levantaban a la grada del Rose Bowl de Los Ángeles que tenía una clara tendencia madridista.

Llegados al minuto 70, Pioli, técnico del Milan, apostó por un cambio múltiple en el que entraban jugadores titulares como Theo Hernández, Giroud y sobre todo un Rafael Leao que resucitaba a su equipo, prácticamente desaparecido desde los goles madridistas.

A la espera de ver si Arda Güler podía tener sus primeros minutos, algo que finalmente no sucedió, seguramente por los problemas físicos que el jugador turco ha arrastrado durante la semana, el Real Madrid esperaba agazapado su oportunidad de llevarse el partido. Y Vinicius fue el que marcó la diferencia. El brasileño, por primera vez con el '7' a la espalda, aprovechó el robo de Valverde y la posterior asistencia de Modric para plantarse delante de la portería italiana y batir a Maignan. Primer partido, primera remontada y primera victoria de un nuevo Real Madrid con aroma al Real Madrid de siempre.