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J. García
Salamanca
Viernes, 15 de noviembre 2024, 07:00
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Semana tras semana el extraño Salamanca City, que esta temporada salió a competir en la última categoría del fútbol salmantino (Segunda Provincial de Aficionados), deja nuevas incógnitas sobre cómo y porqué llegó al fútbol salmantino. Este pasado fin de semana, el club recibía una nueva sanción por incomparecencia injustificada. «Me reúno con el presidente del club (Mohamed Owa) en un hotel de Las Rozas, de esa reunión sale mi fichaje y cuando hablamos de mi contrato me empieza a vender la moto diciendo que tiene para invertir en el club entre 6 y 7 millones, y que no me tengo que preocupar», inicia Paco Luna, primer técnico del Salamanca City, que llegó en julio a la disciplina charra. Solo unos meses después, el pasado 5 de noviembre la entidad anunciaba su tercer entrenador en lo que va de temporada.
En un primer momento, las diferentes ideas que tenía este peculiar presidente engatusaron al técnico con raíces charras. «Su idea era llevar a un equipo desde cero a la Tercera Federación. Y los primeros días fue bien porque llegaban chicos de Salamanca y bastante universitarios», cuenta. Pero, el presidente del club poco tardó en cambiar ese rostro «amigable». «Le empieza a parecer todo mal, delante de los chicos empieza a decir que no tienen nivel. Yo le contestaba que era importante tener jugadores de Salamanca, y al final era la última categoría del fútbol salmantino. Pero, su respuesta fue la siguiente: Yo me paso Salamanca por los coj***, son unos put** paletos». Estos comentarios conducían a los primeros enfrentamientos entre ambos.
«Mi relación con él se rompe en el momento que durante un entrenamiento se pone a darme indicaciones y colocar a mis jugadores. A partir de ahí viví una película similar a La Gran Estafa Americana». Luna fue despedido escasas semanas después de enrolarse en el club vía WhatsApp. «Me envían un mensaje de que estoy despedido y que ya me pagarán, y empieza mi odisea hasta ahora que me debe más de 1.000 euros y he presentado una denuncia en Hacienda». Pero todo no termina ahí. «En Madrid, otro entrenador me cuenta que ha hecho lo mismo en Ávila el pasado año y que de la noche a la mañana huyó debiendo dinero a todo el mundo».
Paco Luna, que es el primero en admitir que buena parte de la culpa es suya por escuchar a «este personaje», relata todo lo que este presidente le ofreció en sus primeros días al frente del equipo. «Iba a hacer una Ciudad Deportiva, Centro Médico y tenía 6/7 millones para invertir, restaurante, íbamos a tener nutricionista... así un sinfín de cosas», añadiendo: «Luego allí en su sede (ubicada en la avenida de Villamayor), él no paraba de repetir que tenía mejores instalaciones que el Salamanca o Unionistas... Se le podría calificar con adjetivos como inquisidor, maltratador y así hasta terminar el diccionario», expresa Paco Luna.
Por último, el exentrenador del Salamanca City se pregunta cómo este tipo de «estafadores puede usar el nombre de Salamanca sin problema y que la Federación le deje». «No sé cómo ha podido liar a la Federación porque va engañando a todo el mundo, ya lo hizo en Ávila. Intentó sacar equipo, pero no pudo, y salió por patas. No sé la Federación cuanto le aguantará porque ese dinero de las sanciones estoy casi seguro que no lo pagará. Se irá otros sitios hasta que se le acaben las ciudades», concluye.
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