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Miguel Ángel Sandoval, expresidente del Unionistas. LAYA
«Unionistas me ha costado mucho: económica, familiar y hasta a nivel de parejas… pero puedo ir con la cabeza alta»

Miguel Ángel Sandoval, expresidente del Unionistas

«Unionistas me ha costado mucho: económica, familiar y hasta a nivel de parejas… pero puedo ir con la cabeza alta»

El expresidente del Unionistas se ha despedido esta semana del club, de su personal y de los 18 grupos de Whatsapp en los que ha dirigido al club estos seis años. En LA GACETA lo hace de todo el fútbol de Salamanca.

Iván Ramajo

Salamanca

Jueves, 1 de junio 2023, 09:44

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Aunque desde el pasado 25 de abril ya no es presidente del Unionistas, no ha sido hasta esta misma semana (el lunes) cuando Miguel Ángel Sandoval (Salamanca, 45 años) se ha desprendido de verdad del cargo hablando con la gente del club y vaciando y eliminando los 18 grupos de WhatsApp con los que ha gestionado estas seis temporadas al Unionistas: «Había grupos con un millón de mensaje… Pero así son las nuevas tecnologías, que nos han ayudado a gestionar el club, a llevarlo en su día a día. Me acuerdo especialmente en la pandemia», apunta.

Tomó las riendas de un equipo recién llegado a Tercera y lo deja consolidado en 1ª Federación, cuatro clasificaciones para la Copa del Rey… Su balance, entiendo, no puede ser otra cosa que positivo, ¿no?

Sí, la verdad es que sí. Me estrené como presidente con un playoff perdido en Tercera y mi objetivo, entonces, era el de llevar al equipo a Segunda B, que era en la categoría en la que desaparición la UDS. Llegados ahí, siempre fuimos ambiciosos. Se creó la Primera Federación y fuimos a por ella, que es una categoría que está muy por encima de todo lo que es Unionistas. Es una categoría muy profesional y nosotros somos un club milagro. El problema es que el milagro se ha vuelto habitual y eso es peligroso. Echando la vista atrás: dos ascensos, porque el de Primera Federación lo fue, cuatro participaciones en la Copa del Rey, rozar el playoff a Segunda División… La verdad que ha sido una etapa dura pero bonita.

¿De entre todo lo que dice qué es lo mejor, la que con más cariño recuerda?

Pues me quedo con el trato que hemos tenido de otras aficiones. Cómo nos recibieron en el Sardinero y, sobre todo Riazor y esa pancarta que nos dedicaron. Esos son los momentos en los que notas que has hecho algo distinto y se te pone la piel de gallina. La Copa del Rey con el Real Madrid también estuvo bien, a pesar de todo, del trabajazo que fue, pero es un recuerdo bonito.

¿Su espina deportiva es aquel partido en Valladolid que le costó jugar una fase de ascenso a Segunda División?

Es y tanto o más el ascenso frustrado en Don Benito. Eso son los dos días que uno dice «hemos fallado de verdad». Don Benito lo tengo muy presente porque llegábamos como campeones y era un club, que no es que fuera asequible, pero sí de nuestro nivel. Que luego, finalmente, ascendimos, pero jugando otras dos fases. Y, sí, el partido del Valladolid. Sinceramente creo que ese día el equipo sintió la presión. Luego hemos tenido otras dos opciones de playoff, pero no ha sido lo mismo, es que aquel día dependíamos de nosotros. Fue muy, muy triste. Sobre todo, porque desde que fuimos campeones de inviernos estuvimos hablando del playoff. Es una tristeza pero que habla de la ambición que siempre hemos tenido desde dentro.

«Lo que diferencia el fútbol popular del resto es que la gente tiene voz y voto semana a semana»

Hablemos ahora de aciertos y errores. Empiece por los primeros.

Los aciertos han sido todos. Sino no estaríamos así. Desde los fichajes a las personas en las que he confiado con sus matices. Cuando trajimos a Gorka Etxeberria necesitábamos una estructura de club deportivo y estabilidad, y aunque en otras cosas fallásemos, eso nos lo dio. Hernán Sanz hizo la limpieza de plantilla que se necesitaba y se trajo a gente valiente y nueva. A pesar de los errores, que los hubo tanto suyos como nuestros, se acertó. Y, por último, Toni García nos ha dado la estabilidad que se buscaba. Y lo ha hecho con apuestas. Han sido, por tantos, aciertos deportivos a pesar de las circunstancias.

Y su mayor error. ¿Puede que fuera no aguantar a Dani Mori?

A día de hoy sigo sin verlo como un error. Y en el momento, obviamente, tampoco. Toni García fue valiente al decirnos que veía una necesidad de cambio porque nos podía dar para llegar al playoff, que casi conseguimos, nos quedamos a un gol. Creo, la verdad, que no se explicó bien por ser un entrenador que cumplía con los objetivos, pero esa decisión se resume en ser ambiciosos.

Y todo lo que pasó antes del partido histórico contra el Real Madrid, ¿dónde lo ubica?

En que defendimos nuestro ideal y los valores que representan a nuestra gente. Y acertamos. Jugamos en Las Pistas, que era nuestra casa, y transmitimos una imagen que está por encima de cualquier cantidad de dinero que hubiéramos podido recaudar. Nunca hicimos la cuenta de lo que dejamos de ingresar, que es obvio que es un dinero que hubiéramos necesitado. Pero creo que sacamos más que dinero.

Hablando del Real Madrid, en qué lugar lo ubica, ¿en el fútbol negocio o en el popular?

Todo el fútbol es negocio. A un jugador lo vendes para ingresar dinero, quieres tener cuantos más socios mejor, porque te reportan dinero. En el caso del Real Madrid es un club de los socios, como el nuestro. Pero lo que diferencia el fútbol popular del resto es que la gente tiene voz y voto semana a semana y las cantidades desorbitadas que se mueven. Y no hay que irse tan arriba. En nuestra categoría se ven cifras desorbitadas en sueldos que afectan mucho a este mercado laboral. De hecho, creo que en España esa burbuja ya ha estallado y se ve en el nivel de LaLiga, con la gente que se ha ido.

«Somos dos clubes separados por el modelo de la gestión, no por una rivalidad deportiva»

Ya que ha abierto ese tema, su adiós ha coincidido con la llegada de algo que reclamó siempre a la Federación: control económico.

-Ahí estaba lo que pagaba cada club a Hacienda en nóminas. Y si eso no se respetaba participabas en la competición de una manera no legal. El salario mínimo y el control económico están muy bien, no podía ser que se prometiera un dinero que luego no se acababa pagando porque es un tipo de delito. Y ahí mucha culpa ha tenido también la AFE, porque si no cobras los tres últimos meses en otro puesto de trabajo lo que haces es ir a una empresa solvente; aquí, no, aquí los jugadores te dicen que como sabía que iban a cobrar igual… Hemos peleado mucho porque en todos los estamentos juguemos al mismo juego. Luego ya hay clubes, como el Dépor, que tienen más y claro que lo tienen que utilizar, pero es dentro de un control.

¿Qué coste ha tenido para usted ser presidente del Unionistas a nivel personal? ¿Le ha llegado a costar amistades o parejas?

Unionistas me ha costado mucho: profesionalmente menos, pero sí me ha costado económicamente, y luego ya no solo las amistades que haces dentro del fútbol, porque cuando despides a un entrenador o dice adiós un jugador, la relación ya no vuelve a ser la misma, sino en cuanto a parejas o en lo que haces en el día a día, porque pasas a hacer cosas sólo por el club. También a nivel familiar, y eso que he tenido la suerte de que mi familia vive Unionistas muy desde dentro y me ha apoyado siempre. Además, tengo que agradecer que mis amigos de toda la vida siempre han estado y me han querido sacar de este entorno.

¿Y qué ha ganado?

Me llevo satisfacción. Tengo la satisfacción de haber sacado adelante un club que no existía y haberlo llevado diez años después a cumplir sueños. Me quedo también con el valor de mi palabra, he cumplido siempre que la he dado. Todos los años las notas en septiembre, porque en junio no aprobé en el colegio en la vida (ríe mucho), han estado más que aprobadas. Todo eso me hace ir con la cabeza alta por Salamanca, porque he sido yo mismo y lo único que he hecho es trabajar por los demás y nadie me puede achacar nada.

También se lleva haber sido el presidente que llevó al club al Reina Sofía, un estadio de casi 5.000 espectadores y césped natural.

Pero más que por Unionistas, eso me lo llevo por Salamanca. La ciudad necesitaba un recinto así, como lo necesita en otras modalidades deportivas. Ojalá en las próximas legislaturas las carencias que hay en este sentido se subsanen y hasta se crezca, porque es en beneficio para todos los clubes. En lo que respecta al estadio, pues nos vamos con un campo con capacidad para 5.000 como dices, y con un anexo con un campo que habrían sido dos si nos hubieran hecho caso. Luego estuvo el tema del césped natural para la Primera Federación.

¿Las relaciones con el Ayuntamiento han sido tan tensas como se ha aparentado de puertas para afuera?

Lo que voy a decir es desde el respeto: soy un ciudadano de Salamanca y, como a todos, el ayuntamiento me tiene que atender, porque soy de aquí, vivo aquí y el club es de aquí, entiendo que puede tener otra postura. Más allá de eso, es innegable que ha habido momentos, por públicos y notorios, que no hemos sentido ese apoyo institucional, como fue el partido del Real Madrid o el césped. Es duro tener que pensar «qué hacemos aquí si no sacamos un duro y parece que todos son trabas». Y entiendo que todo esto viene por la idiosincrasia del club, en el que todos deciden y por eso no es manejable. Esto conlleva, por ejemplo, que el alcalde se molestara porque jugamos en Las Pistas y no en el Helmántico ante el Real Madrid, porque era su voluntad, pero no la de los socios. Ojalá en algún momento vean lo que significa Unionistas para Salamanca. Hemos devuelto el nombre de la ciudad a nivel nacional, con una imagen buena, sin peleas sin una voz alta, siempre por cosas curiosas… Es una pena que, por falta de apoyo, ya sea en baloncesto, en balonmano o en el fútbol no solo con nosotros sino también incluyo a nuestro rival, al Salamanca CF UDS, una ciudad joven, por universitaria, como es esta tenga un deporte de tan bajo nivel, con la excepción del Avenida.

Hablando del rival, ¿qué le parece ver colas por estar el domingo en el Helmántico? ¿Se le remueve algo?

No, no. No me sorprende. Por desgracia Salamanca solo se mueve para el deporte cuando un equipo se juega una salvación o un ascenso. Me alegro por ellos que sean capaces de llamar a tanta gente. Ojalá eso para ellos y nosotros fuera también así en diciembre o noviembre, no sólo cuanto te juegas algo, o cuando pones entradas baratas. ¿Dónde estaban esos miles de aficionados el resto del año? Los clubes lo agradeceríamos diariamente. Esta temporada le hemos dado muchas vueltas a este aspecto, sobre todo cuando había entradas bajas. Y yo siempre decía, tranquilos es Salamanca. Y es que es tal cual. Lo viví con el CBS o con el fútbol sala. Cuando la UDS estaba en Primera el club el Helmántico estaba lleno y cuando bajaba a Segunda, pues la mitad de la mitad. La gente un día normal no va al deporte y si sube, ya sea el deporte que sea, incluso aeromodelismo, acude en masa. Por el boca a boca, porque vale dos euros… Por eso la UDS desapareció.

Se alegra de la entrada del Helmántico y me la pone botando: unificación.

Los primeros años, sobre todo cuando coincidíamos en la Liga, se habló mucho. A día de hoy esto no tiene sentido, todo el mundo ha abandonado ese mensaje. Cada uno tiene su equipo, su historia y su camino. Somos dos clubes separados por el modelo de la gestión, no por una rivalidad deportiva.

El modelo de gestión que propone ahora su club es el de «mejorar la relación», entre otros con los medios. ¿Usted cree que lo haya hecho tan mal en este sentido?

¿Qué es mejorar? Si es llevarlas mejor de lo que estaban hay que saber de que punto se parte. Y corrígeme si me equivoco, pero he hablado con todo el mundo tanto para entrevistas como fuera de micro. Y ahí me habéis podido conocer todos. Creo que soy un hombre como cualquiera, que siempre he sido amable, y claro que me he equivocado, pero jamás le he quitado la palabra a nadie. No creo que haya sido problemático, si mejorar la relación con los medios es decir los fichajes entonces por ahí sí que podría haber mejorado y no hubiera tenido tantos problemas… Dicho esto, entiendo que el camino es profesionalizarlo en este sentido, pero es que no llega el dinero para todo, muchas veces o iba para el verde o para otras cosas. Es una tesitura complicada.

¿Usted se ha sentido maltratado?

Depende por quién. Creo que en líneas generales es fácil meterse con Unionistas. Nadie dice cosas de Jorge Recio u otras personas, con todos mis respetos. Meterse con Sando era muy fácil, y si te defendías es que no dabas ejemplo de valores. Y luego está tener que aguantar ciertas cosas, ataques de rivalidad de otros clubes, que tengo que decir que he notado mucho cariño donde he ido salvo el Helmántico; y luego, la de gestión del club, que sientes como una presión no es sana ni es lógica. Muchas veces he llegado a pensarlo y llegaba a la conclusión de que no era normal.

Su trabajo ya está juzgado. ¿Qué trabajo le gustaría que llevara ahora a cabo el club y dónde cree que estará en el corto/medio plazo?

Mínimo en Primera Federación. Porque haciendo las cosas como las hacíamos ese será el camino. Roberto ha estado a mi lado, es del equipo desde el minuto cero; de hecho, él crea Unionistas. Como aficionado ambicioso ojalá, luego, se llegue a la LFP, aunque luego hay veces que hecho de menos los viajes de Regional y Tercera, porque eran muy entretenidos. Pero, sin duda, creo que se llegará a cotas más altas.

«Creo que el fútbol a nosotros nos ha devuelto lo que le hemos dado»

El club nunca se ha enfrentado a un descenso, ¿se está preparado?

Es una situación compleja de abordar. Cuando lo hemos rondado hemos vivido ataques de dentro del club. Los ruidosos, eso sí, son pocos. Son más los de la palmada en la espalda y a salir de la situación. El segundo año de Aguirre o con Casañ he sentido ese miedo, y es lógico porque estamos en una categoría que no nos corresponde y lo normal es eso, pelear por no descender. Luego, pensándolo mucho, creo que sí que se estaría preparado. Nos costaría más un ascenso, porque sería al fútbol profesional. Descender está claro que no es bueno, porque bajas ingresos, es algo que no querría vivir, pero hay que estar preparado porque es ley del deporte. Somos un club consolidado, que empezó en provincial con 50.0000 euros de presupuesto y ahora manejamos casi dos millones de euros. A nivel social tendríamos que pelear porque hay dos clubes en la ciudad.

Recuerda que no han descendido nunca: ¿Es Dios del Unionistas y por eso siempre les viene a ver en este sentido?

A principio de temporada junté a los capitanes y al staff técnico y les dije que quería dejar al club donde estaba. Luego ves el arranque y dices buff, hemos fallado. Y va, llega Ponz, y cae de pie. Lo digo sinceramente, tenemos mucha suerte. El ascenso a Segunda B lo logramos con en un penalti en el último minuto, en nuestro peor momento deportivo de nuestra historia nos salva la pandemia, y este año en el que los que dicen que bajábamos iban a tener razón, movemos ficha y el equipo acaba como acaba. Creo que el fútbol a nosotros nos ha devuelto lo que le hemos dado, nunca hemos vivido un momento muy muy negro, quitando Valladolid. La suerte sonríe a la gente con una sonrisa en la cara, y esos somos nosotros.

Una última duda, siempre ha dicho que era aficionado de fondo. ¿Dónde va a ver el fútbol la temporada que viene Sandoval?

Les voy a devolver a mis amigos los muchos años que le he robado. Se los debo. Necesito esos abrazos de gol.

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