El sueño de Marco Tulio: «Subiremos»

El medio brasileño aterrizó en Salamanca ayer con más sueño que otra cosa. Llevaba, de hecho, una almohada bajo el brazo —al igual que el resto de integrantes de la expedición del Salamanca UDS—, que sólo dejó para entrenarse durante poco más de una hora en Las Pistas; pues, de vuelta al vestuario, la volvió a tomar entre las manos. ¿Qué has soñado sobre ella?, le pregunto. «Que subiremos», dice con una sonrisa de oreja a oreja. «A ver si llegamos ya a casa y seguimos soñando, el viaje ha sido horrible», se quiere despedir.

Su tanto en el estadio Narcís Sala de Barcelona vale su peso en oro dentro del lenguaje interno de la eliminatoria por el ascenso a Segunda Federación. 1-1. O lo que es lo mismo: el equilibrio en el resultado dentro de un choque que se había dibujado muy desnivelado en los 45 minutos previos. Y el peso del factor cancha, como premio mayor al final de los 90. La contundencia de su remate con la pierna diestra —su menos hábil— acalló el fútbol de trenza, tan sabido de memoria, que le había planteado el conjunto de Xavi Molist al conjunto de Jehú Chiapas. —«Eso y que ellos se sabían muy bien qué efectos hacia el balón en ese campo. Cómo botaba», apostilla Mati entre medias de la conversación—. «No tuve tiempo ni para pensar que me había caído en la pierna derecha. Sólo sabía que la primera parte se iba a acabar ya y que, cuando vi que me llegaba el balón, tenía que hacer un remate lo más rápido y eficaz posible. Y, creo, es lo que hice, rematar y ayudar al equipo», describe su propio remate. Chiapas fue un punto más allá en la descripción de este mismo tanto: «Es el primero que han encajado ellos en todo lo que va de fase de ascenso. A eso le doy mucho valor». Marco Tulio, no tanto. Aunque no escondía, eso sí, la satisfacción por el resultado: «Sinceramente tenemos que estar muy contentos con el partido que hicimos, con el esfuerzo que realizó el equipo, no sólo en los 90 minutos sino también por el viaje, la cancha tan complicada a la que nos enfrentamos. Pero insisto que no hemos logrado todavía nada, nos queda el segundo partido y tenemos que trabajar mucho para lograr el objetivo del ascenso (y de ese sueño en el viaje de diez horas de Barcelona a Salamanca por carretera). Creo que vamos a tener una semana buena de trabajo, y luego ya en el partido sólo nos va a quedar buscar la victoria», sentencia el centrocampista de Belo Horizonte —la ciudad natal del legendario Tostao—.

Del choque de ida, Marco Tulio y el resto del equipo también sacaron muchas lecciones de qué es a lo que se van a enfrentar el domingo a partir de las 18:00 horas en el estadio Helmántico. Se traían el análisis hecho: «Es un equipo al que le vamos al que claro que le podemos quitar el balón y claro que le podemos ganar. El partido del domingo nos sirve mucho porque nos da pistas de la estrategia que vamos a tener que llevar a cabo en el Helmántico. Este estadio va a ser parte fundamental de que consigamos, también, un buen resultado», concluyó el jugador brasileño antes de marcharse a soñar más y mejor.