El Cacereño y el Unionistas, dos formas de aprovechar la visita del Real Madrid en Copa

Las comparaciones son odiosas: el Unionistas, tuvo muy claro desde el principio que el partido tenía que jugarse en Salamanca, aunque el beneficio no fuera el que se podía haber logrado, y a pesar de que se habló de las opciones de jugar contra el Real Madrid en el zamorano Ruta de la Plata o incluso en el propio Santiago Bernabéu.

Y jugó en Las Pistas, con la limitación de 4.000 espectadores, una cifra que se quedó tremendamente corta para la expectación que había levantado el partido. La entidad presidida por Miguel Ángel Sandoval no tuvo el permiso del Ayuntamiento de Villares de la Reina para instalar gradas supletorias -tuvo que pagar la penalización a la empresa encargada de ello que ya tenía todo disponible- y hubo que estirar al máximo el aforo de la instalación. Por contra, el Príncipe Felipe de Cáceres, que cuenta habitualmente con cerca de 8.000 localidades, casi multiplicó por dos este martes su aforo para dejarlo en 15.000.

Tampoco los precios son los mismos: el Unionistas optó por una horquilla entre 20 y 40 euros para sus socios y 30-60 para las pocas que se pudieron poner a la venta para el público genera. Por contra, las de ayer del Cacereño iban desde los 25-50 para sus abonados, hasta los 70-100 para la mayoría del público. La diferencia en la recaudación en taquilla es donde más se ve la oportunidad que perdió el conjunto salmantino por no disponer de otro estadio: cifraron en unos 70.000 euros la cantidad que se sacó. En Cáceres, aunque habrá que esperar, distintos medios la cifraban no muy lejos de los 900.000 euros (gracias a tener casi cuatro veces más de aforo).

Otro beneficio importante en un partido contra el Real Madrid es el publicitario en el propio campo. El Unionistas, como el Cacereño, alquiló pantallas LED para los anunciantes y el encuentro tuvo una audiencia media, en Cuatro, de 2,6 millones de espectadores, con picos de casi 7. Por contra, el encuentro del martes fue televisado por La 1 y las previsiones del Cacereño eran de que fuera seguido por más de 3 millones de personas, cobrando 600 euros por minuto. El responsable de la empresa publicitaria que trabaja con el Cacereño daba un dato llamativo en el diario As: “Vamos a facturar lo mismo un día que en todo el curso”.