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Erika de Souza en su despedida. | LAYA

El Avenida hace los deberes... y sus rivales también: terceros en la Liga (65-55)

El conjunto de Pepe Vázquez se impone al Jairis en la despedida de Erika de Souza. Con este puesto tendrá el factor cancha en cuartos de final ante el Cadí La Seu

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Domingo, 16 de abril 2023

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No se debió de quedar muy lejos (en la métrica de decibelios) el estruendo que tuvo que soportar la techumbre mixta (a caballo entre materiales estancos y translúcidos) de Würzburg hace mañana justo un mes tras aquella acción (ya confirmada como la mejor de la temporada por la FIBA) completada por Andrea Vilaró sobre la misma bocina en el segundo de los tres choques que el Perfumerías Avenida jugó ante el USK Praga, y la tremenda ovación que se llevó la leyenda Erika de Souza (41 años) en su adiós al baloncesto. El grado de emoción del pabellón fue idéntico. Qué lagrimón. De verdad. Es que se ha ido una verdadera ídola, la extranjera que más veces ha defendido esta camiseta. Verdadera categoría.

Pepe Vázquez ya le había avisado de cómo quería que fuera el homenaje: el reconocimiento total y absoluto cuando el speaker del Avenida se gustó deletreando el dorsal ‘14’ y su nombre; la ovación kilométrica en medio de parabens del club y la afición. Y, después, el respeto de quererle ganar. Porque se despedía siendo rival. Y, sobre todo, porque en juego estaba la hoja de ruta de los playoff por un nuevo título de Liga.

Además, es que si quedaba alguna duda, el conjunto de Eric Suris le plantó cara todo el primer cuarto, comandado por el acierto de otras dos ex, Belén Arrojo y Shante Evans. Y también por una excesiva pasividad en tareas defensivas, que resultará imperdonable a partir de ahora. Saltaba a la vista que le resultaba muy fácil al equipo murciano: con tirar una finta por aquí y amagar un pase por allá, le bastaba para encontrarse la canasta despejada para anotar. El enfado del técnico gallego al término de este cuarto fue monumental. Yo no lo había visto así en el tiempo que lleva dirigiendo el conjunto de Würzburg. La música ambiente y el runrún de la gente hablando una con otra no era capaz de tapar los pizarrazos que se soltaba Pepe Vázquez explicando qué estaban haciendo mal. O lo que quería que se hiciera bien, para ser más preciso.

Cuatro abajo arrancó el segundo periodo (heredado del 19-23 con el que concluyó el primer cuarto) y seis arriba lo terminó. Y tuvo que sudar tinta para conseguirlo; pues el conjunto murciano, con los deberes hechos desde hacía cuatro jornadas, se empeñó en brindarle a Erika de Souza el adiós redondo. Eso, y que cada vez que tuvo la oportunidad de ponerse por primera vez por delante en todo el choque vino algún error no forzado, principalmente, de Gulbe (tan tensa sin tener porqué; es que ni las palmas cariñosas que le dedicaba Würzburg cada vez que erraban le hacían soltarse...). Total, que no fue hasta bien entrando en el minuto de partido cuando el Avenida lo logró, con una canasta en la pintura de Onyenwere (31-29); luego se sumaron otros cuatro puntos de Reisingerova, el primero anotado desde el poste alto y el segundo sobre la bocina para abrir la brecha definitiva (35-29). Que Carleton se encargó de consolidar nada más arrancar el tercer periodo con un par de triples de bandera. No se habían jugado ni tres minutos y la ventaja ya superaba ampliamente la barrera de los diez puntos (45-32). Vamos, el punto final al último choque de la fase regular que concluyó con +10 puntos de ventaja para las azulonas (65-55). De ahí en adelante (17 minutos) hubo pinceladas de playoff. Y, sobre todo, cálculos con lo que pasaba en los otros dos pabellones (el José Antonio Gasca de San Sebastián y el Palau de la Seu) en los que estaba en juego la clasificación final. La cuenta era clara: tenía que perder Valencia Basket para optar al liderato. Y, sino, Girona para poder ascender una plaza en el marcador. No se dio ninguna de las dos casuísticaS (las valencianas se impusieron al IDK 58-65 y el Girona al Cadí) y el Avenida acabó la fase regular en una inédita tercera posición, que hará que tenga el factor cancha en contra en la final y la serie de semifinales se tenga que resolver a domicilio, previsiblemente en Fontajau.

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