Borrar

El Avenida fuerza el tercer partido tras una legendaria batalla frente a Praga (73-71)

El conjunto de Pepe Vázquez se impone en la prórroga, en un choque tan duro como físico, y se jugará el billete para la Final Four este miércoles en la República Checa a partir de las 19:00

Viernes, 17 de marzo 2023, 23:57

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cuando Víctor, la voz de Würzburg, se dispuso a presentar al USK Praga, no había nadie en el pabellón que no supiera quién era el rival. Primero, porque habían pasado poco más de 72 horas del primero de los encuentros entre ambas; y, en segundo lugar, porque Praga es el equipo que más veces ha visitado este pabellón en competición europea. Con el encuentro de ayer ya son 17 las veces en las que las checas y las salmantinas se han visto las caras. En todas las épocas que a uno se le puedan venir a la mente, además.

El equipo de Pepe Vázquez cosechó ayer su undécimo triunfo y el balance —hasta la próxima— ha quedado establecido en 11 vitorias y 6 derrotas para el Perfumerías Avenida. La historia es tozuda. Esperemos que el miércoles lo vuelva a ser, a partir de las 19:00 horas, a favor de un equipo a las puertas de su propia historia: si dos Final Fours eran impensables, tres...

El caso es que cuando sonaron las siglas “U-S-K” en inglés, el pabellón les recibió con unas palmitas de “bienvenidas a casa”. Y hasta ahí, porque lo que vino después fue la arenga más atronadora que ha recibido el Avenida en mucho tiempo. La techumbre metálica de Würzburg soportó los decibelios como pudo. Yla pista cuando se transformó en campo de batalla. Es que el partido al completo se disputó en la trinchera. Pero especialmente el segundo cuarto.

Fue una batalla durísima, en el que el cuerpo a cuerpo entre jugadoras debajo de los aros se comió a todo lo demás. En cada sacudida de cadera (y de brazos, ay los brazos) podía pasar cualquier cosa, auspiciada por los árbitros que esquivaban los balazos entre jugadoras como buenamente sabían o querían... Escomo si se taparan los ojos con las manos y tan solo veían entre las rendijas de los dedos.

Visto lo visto, el Avenida cogió el toro por los cuernos a base de bien hasta desenmarañar el alambre de espino al partido. En serio, alguien después de la advertencia de Vilaró no creía que este equipo, en mitad de este clima belicoso, no iba de dar el golpe en la mesa. Evidentemente que iba a ser así. Incluida una Fasoula que cuando cogió el aire perfumó con su clase el ambiente crudo que se respiraba en pista. Con todo esto, ya no es que el Avenida lograra anular la ventaja del primer cuarto (el marcador tras los 10 primeros minutos concluyó 14-15) sino que hasta pudo coger un colchoncito jugoso de 10 puntos arriba, que acabaría siendo de seis al alcanzar el ecuador del partido: 31-25.

El parón de diez minutos del descanso no fue una bandera blanca. El porcentaje de acierto del Avenida sí. Fue increíble cómo se salían canastas ya hechas, como aquél triple buscado por Silvia para Carleton para mantener a raya la ventaja, pero que tras dos vueltas de aro cambio el sino del tercer periodo. Praga comenzó a anotar fácil a través de Conde y la ventaja quedó diluida: en los dos tiros libres de Thomas a falta de 50 segundos las checas empataron y se pusieron por delante. 40-41. Hubo una canasta más bajo el aro.

El bocinazo del final del tercer periodo fue un alivio para el Avenida, que cogió aire y se lanzó a tumba abierta a por el triunfo sin trampa ni cartón; y sin red. Sin duda estos diez minutos han sido los más intensos y vibrantes de lo que va de campaña. Una montaña rusa en la que todo estuvo en el puño de un punto arriba o abajo. Y en los que no importó que Carleton u Onyenewere se cargaran de faltas. Ellas dieron el do de pecho de una madera formidable.

Un triple de la segunda a 2:39 devolvió la ventaja al marcador, que María Conde deshizo con un triple marca de la casa. Fasoula le respondía con un una canasta de dos y su lanzamiento de personal. Los “¡sí se pueden!” se colaban entre acción y acción como golpes de crochet, que hicieron encoger la muñeca a Oblak (la hermana del portero del Atlético) con los segundos justos. A los colegiados no les tembló el pulso (¡qué mirarían en el replay!) a la hora de no ver una clara agresión de Thomas sobre Fasoula que daba la vida de la prórroga a Praga, con 62-62 en el marcador.

El Avenida se lanzó a por los cinco minutos extra magullado, con la cara partida. Pero con la honra intacta. Y así es imposible perder. Se cuajaron unos de los cinco minutos más salvajes que ha vivido este pabellón, coronados en un palmeo sobre el 00:00 del marcador de Andrea Vilaró haciendo más rotundo su “quien no crea, que no venga” de un día antes, que permitirá al Avenida luchar por su tercera Final Four seguida este próximo miércoles (19:00 horas) ante este mismo rival, con el factor cancha en contra.

¿Y qué?

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios