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Ternero de raza «brown swiss» recientemente vendido por una explotación salmantina.
Las vacas lecheras a las que la EHE cambió la vida en Salamanca

Las vacas lecheras a las que la EHE cambió la vida en Salamanca

La enfermedad hemorrágica epizoótica ha hecho que en las explotaciones ganaderas surja interés por esta raza suiza para amamantar terneros de otras

Jueves, 9 de enero 2025, 11:59

De entre los 43 razas de vacuno que hay en Salamanca, las «brown swiss» o parda suiza no ha estado nunca entre las favoritas de los ganaderos salmantinos. Sin embargo, la enfermedad hemorrágica epizoótica -EHE- la ha situado como raza de importancia en algunas explotaciones de vacuno cruzado, una vez que la enfermedad afectara a la provincia. Hubo bajas de animales adultos y también problemas con terneros recién nacidos y eso hizo que en explotaciones se hiciera más común la práctica de tener animales de raza «brown swiss» o parda suiza, entre otras, para alimentarlos y conseguir sacarlos adelante. Hay también quien apuesta por frisona para esta función, una raza bastante más habitual en Salamanca, pero la necesidad de tener madres para alimentar a los terneros ha aumentado el interés por otras razas, como esta de procedencia suiza, de animales de piel color café-gris y cuernos blancos con punta negra.

En esta provincia, la raza mayoritaria es la limusín, que supera los 90.000 ejemplares; seguida de la de lidia, con en torno a 26.000; y la morucha y la charolesa, con alrededor de 20.000. Le sigue la avileña negra, en crecimiento, con más de 11.000, y en sexta posición la preferencia de los salmantinos apunta a la raza frisona, que cuenta con unos 10.000 ejemplares en Salamanca.

La «brown swiss» es de alta producción lechera y de gran docilidad, lo que facilita su manejo y su adaptación a las diferentes explotaciones y que pueda sacar adelante a terneros que nacen débiles o que pierden a la madre y necesitan alimentación. Además, vacas «brown swiss» de 12 años producen aún leche y son capaces de realizar esa función. Las vacas de esta raza están ahora cotizadas por este motivo y hembras. Menos demanda tienen los machos, que encuentran su lugar en explotaciones dedicadas a la cría en pureza.

Sergio Andrino, ganadero y tratante, es de los salmantinos que en su explotación prefiere tener vacas para alimentar terneros, que adquirir la leche en polvo para darles de comer, que es una opción que eligen otros. Por su experiencia, mantiene que en una explotación ganadera de 200 vacas necesita al menos «2 ó 3 lecheras» porque pueden cogerte, señaló, «hasta 8 chotos cada una». «Luego todo depende de la leche que den pero los terneros suelen salir así adelante, con la leche que mamen y, luego, con el pienso de arranque. Poco a poco el animal se va haciendo», indicó. Sergio Andrino sí señala que cuando más afectó a Salamanca la enfermedad hemorrágica epizoótica, que fue desde agosto de 2023 a diciembre de ese año, se vieron muy afectadas estas lecheras, al menos en su explotación. «Por lo que vimos, les afectó mucho, a las nuestras por lo menos», dijo. En cuanto a la enfermedad, ahora mismo «no tenemos nada de EHE, pero tenemos el problema con algunos terneros, que no nacen bien». Otros ganaderos, como Elvira de Miguel, de Fuenteguinaldo, han apostado desde siempre por tener una vaca lechera para los terneros, antes de la EHE, aunque en su caso es una frisona.

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