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La cosecha de cereales prácticamente ha finalizado en Salamanca con una reducción estimada por parte de las organizaciones agrarias comprendida entre el 40 y el 60% respecto a la de 2018, donde en Salamanca se obtuvieron 486.247 toneladas. De confirmarse esta cifra -la próxima semana se reúne la comisión provincial de Estadística de la Junta- la cosecha estaría por encima de la de 2017, nefasta por la sequía con sólo 151.574 toneladas obtenidas en Salamanca y un rendimiento medio de 1.214 kilos por hectárea.
La de 2019 deja indemnizaciones de Agroseguro por valor de 8,7 millones de euros, de los que la compañía asegura haber abonado ya 5,85. Con prácticamente todas las tasaciones cerradas -con la excepción de algunas parcelas con los últimos pedriscos- las producciones medias de trigo por hectárea se sitúan entre los 1.307,44 kilos en la comarca de Peñaranda y los 2.179,98 de la de Ledesma. En cuanto a la cebada, las zonas más productoras, como son las de Salamanca, Peñaranda y Alba de Tormes, ha dejado producciones medias tasadas de 1.750,77 kilos por hectárea, 1.282,51 y 1.567,35, respectivamente.
Estos datos corresponden a la superficie tasada siniestrada, que en Salamanca ha sido, según los datos de Agroseguro, de 1.929,84 hectáreas en Ledesma; de 23.006,98 en Salamanca; 20.134,84 en Peñaranda de Bracamonte; 2.919,74 en La Fuente de San Esteban; 4.297,04 en la zona de Alba de Tormes; 31,56 en Ciudad Rodrigo y 4,26 en la de La Sierra.
El problema está en que en Salamanca la superficie asegurada, en función de las solicitudes de las ayudas de la Política Agraria Común -PAC- de 2019 es solo del 42%.
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