Esto es sobre la dermatosis. Muy importante: no se escucha a nadie del sector del vacuno poner en cuestión medidas para prevenir esta enfermedad. Al ... revés. Existe conciencia de que se está ante uno de los problemas más importantes en sanidad animal: no por la enfermedad en sí, sino por el protocolo que obliga a sacrificar todos los animales de la explotación afectada. Extrañamente, y por lo anterior, el sector es el que pide medidas de prevención, aunque se vea ahora perjudicado. No ha habido quejas, pide prudencia y los propios tratantes, que viven del mercado, no quieren abrirlo ya.
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Lo que sorprende, y más con lo anterior, es la falta de explicaciones de las administraciones por situaciones en las que la lógica se ve desbordada. Por ejemplo, en relación a la entrada de reses desde Francia donde hay focos -se detectaron 96 hasta el 2 de noviembre- y por donde, además, pasa el ganado hacia el sur de Europa procedente de otros países. España no ha adoptado medidas -al menos que se sepa-. Planas dice que existe un estricto control, será que sí, pero él sabrá cuál es.
Tendrá su lógica, pero cuesta comprender a qué conducen normas diferentes en función de la comunidad para una misma enfermedad que tiene idénticas consecuencias y la misma problemática. Tendrá su lógica, pero no se explica. Y más cuando lo que vende Planas es que el Ministerio coordina a las comunidades. Si existe, es de aquella manera, fuera de cualquier lógica.
Sorprende que unas comunidades exijan cuarentenas al ganado de fuera y otras, no. Por lógica, de poco sirve proteger lo interior, si luego viene del exterior. Por lógica, irá ganado donde más fácil se lo pongan. Tendrá lógica, pero nadie aclara.
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Lo decían ayer ganaderos en la Lonja de Salamanca, lo de que viven ahora dentro de lo ilógico. En cuanto al transporte de ganado, por ejemplo. Contaba uno que tiene dos explotaciones y un único cebadero. Y ahora tiene que enviar un camión a ese cebadero para sacar dos terneros y llevarlos al matadero; y luego, enviar otro para llevarse a otros tres. Y los cinco volverán a juntarse en el matadero. Y si se le muere el ternero, va un camión de recogida de cadáveres que, a lo mejor, va luego a otra explotación. No se quejaban de las medidas, sí de lo ilógico.
Sorprende que, por lógica, parece que lo que más preocupa es el vaciado sanitario porque es una enfermedad que no se transmite al hombre. Y sorprende que no esté el foco ahí, en el protocolo. La lógica invita a pensar que debería ser así. Más cuando es una enfermedad de tan difícil control, el tema de indemnizaciones sigue sin estar y hunde psicológicamente al ganadero.
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El ganadero ahora sabe que mover reses por Castilla y León le sale caro. Lo asume. Sabe que para vender a otra comunidad debe consultar las medidas de cada una. Sabe que el ganadero pequeño es el que más pierde, porque es el que no puede llenar camiones. Sabe que el mercado está en riesgo y, con él, el futuro del tratante. Y sabe lo que todos saben, que es que no se sabe qué pasará con la dermatosis.
Esto es volver al principio: nadie discute el control más estricto para prevenir la dermatosis. Sí se pide que exista una lógica para que ese control sea de verdad estricto y no solo una frase que queda bonita. Que a lo mejor todo tiene una lógica, pero como nadie lo explica, no se entiende y es una pena.