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Vacas con sus terneros transitan por un camino de la comarca de Béjar en un cambio de pastos ARCHIVO
Salamanca “tiembla” por el cerco mundial al consumo de carne de vacuno

Salamanca “tiembla” por el cerco mundial al consumo de carne de vacuno

La economía de la provincia con más vacas de España se ve amenazada por el último informe de la ONU que culpa a las reses del cambio climático, el acuerdo UE-Mercosur y las dietas “light”

Sábado, 10 de agosto 2019, 18:37

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Si el consumidor sigue la “dieta ideal” recomendada por 37 especialistas de 16 países que apunta al consumo de 2.500 kilocaliarias diarias y sólo 30 de ellas, algo así como una hamburguesa pequeña a la semana, de carne de ternera, Salamanca tendría un serio problema. Esta provincia es la que tiene el mayor censo de vacas de toda España con 276.257 ejemplares según el último censo publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, más que toda Andalucía -sus ocho provincias suman 213.333 vacas- y la mitad que el conjunto de Castilla y León, donde hay 550.127. Sólo de enero a mayo se ha exportado desde Salamanca carne de vacuno por valor de 13,9 millones de euros, lo que supone el 5% de las ventas realizadas en ese periodo desde la provincia.

A la “receta ideal” de la OMS -que llegó a asegurar en 2008 que la carne procesada era cancerígena- se une el reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de Naciones Unidas publicado esta semana que culpa al vacuno de acabar con el planeta, la situación se complica aún más. Defiende la ONU el argumento de que comer más vegetales y menos carne contribuiría a liberar “millones de kilómetros cuadrados” destinados a la ganadería intensiva para evitar emitir para 2050 entre 0,7 y 8 gigaatoneladas de CO2. Y con este mensaje refuerza el que llevan años lanzando desde diferentes organismos de la ONU a la sociedad sobre la supuesta culpa de las vacas en el efecto invernadero, con casi una quinta parte de las emisiones de gases por la producción de piensos y la de metano.

El cerco sobre el productor de vacuno lo cierra Bruselas, que ya ha planteado la posibilidad de que los ganaderos tengan que pagar un impuesto por las flatulencias de sus reses. Pero es que la ONU también quiere establecer un impuesto a la leche y a la carne europea, que ya se está estudiando en Alemania. Allí los ecologistas, aferrados a un estudio que apunta a que una vaca puede producir diariamente 300 litros de metano y a que se culpa al vacuno del 10% de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, defienden la subida del IVA del 7 al 19%.

Con el dinero obtenido plantean ayudar al productor a que mejore las condiciones de bienestar de su ganado, otra acusación velada contra los ganaderos y sus vacas.

Si la situación en Europa es de ataque a la producción de vacuno, con un consumo de carne de vacuno que va a menos -seis años consecutivos de caída con un consumo per cápita desplomado hasta los 46,19 kilos de media el año pasado (-2,9%)- acuerdos como el de la UE con Mercosur no ayudan: no sólo los productores tendrán que hacer frente a las críticas sobre la carne de vacuno con dietas “light”, animalistas, o el efecto sobre cambio climático, sino que tendrán a la carne argentina como gran competidora.

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