Las instalaciones renovables como motor de desarrollo rural

A través del programa internacional de ‘start-ups’ de Iberdrola, Perseo, la compañía apoya soluciones que combinan las plantas fotovoltaicas con la viticultura, los árboles frutales, el bienestar animal y el regadío. Por ejemplo, la iniciativa de la empresa española EcoEnergías del Guadiana que ha desarrollado un proyecto piloto que permite mitigar el estrés de las plantas por calor y disminuye los daños por granizo, además de ahorrar agua y mejorar los resultados de la cosecha.

El proyecto Winesolar, surgido de la colaboración entre tres empresas españolas: Techedge, PVH y las bodegas Gonzalez Byass, pretende proteger a los viñedos generando sombra gracias a un seguidor inteligente. Las placas que se han instalado en los viñedos toledanos de Gonzalez Byass crean sombra y un microclima idóneo frente al estrés que pueden sufrir las vides.

Otra iniciativa respetuosa con el medio ambiente se ha llevado a cabo en Puebla de Guzmán (Huelva) y en Nuñez de Balboa (Badajoz), donde Iberdrola, en colaboración con Tesela Natura, ha desplegado en las plantas fotovoltaicas 270 colmenas que han albergado más de 13 millones de abejas. En los parques fotovoltaicos, las abejas cuentan con terrenos libres de herbicidas y químicos agrario. Estas iniciativas generan zonas ecológicas que permiten estudiar cómo el cultivo de plantas aromáticas incrementa la calidad de la miel.

El parque eólico de Monte Forgoselo en Galicia cuenta con más de 500 vacas y más de 100 caballos. Son varios los ganaderos que dejan a sus animales pastar libremente entre los 37 aerogeneradores que abastecen de energía a más de 7.000 hogares. Este espacio cuenta con rutas que pueden hacerse a pie o en bicicleta y con varios miradores.

En Extremadura, la planta de Núñez de Balboa en Usagre, ve pastar en los terrenos de la instalación a más de 1.200 ovejas y permite a las especies vegetales ir creciendo. En los meses de más calor, los animales se benefician de la sombra de las placas para descansar.

La apuesta de Iberdrola por la sostenibilidad es cada vez más visible y sólida también en Castilla y León, donde la empresa es líder en energía limpia. Y esta visión es compartida por Abadía Retuerta, que puso en marcha de la mano de la eléctrica un proyecto de autoconsumo fotovoltaico que permite a la firma de la Ribera del Duero abastecerse de energía 100% limpia.

Pueblos con futuro. En los pueblos está el futuro, ya que son claves para la economía, el empleo y el bienestar de todos. Por eso, luchar contra la despoblación es posible. Muchos municipios han encontrado en las renovables parte de la solución para lograr un modo de vida que anime a los jóvenes a quedarse.

“Los pueblos son la base de nuestra empresa, parte de una historia compartida y unos aliados para un futuro mejor, en el que cada vez necesitamos más energía verde para acabar con la dependencia de los combustibles fósiles que importamos del exterior, como el gas o el petróleo”, señala el delegado de Iberdrola en CyL, Miguel Calvo.

Agricultura y ganadería verde

Iberdrola ha lanzado un nuevo desafío para suministrar energía competitiva, limpia y sostenible, que sea compatible con el equilibrio del medio ambiente y con la preservación de la biodiversidad en 2030. El programa de start-ups de la energética no ha estado solo en esto, sino que ha contado con el apoyo de Asaja y la aceleradora de start-ups de la Junta de Castilla y León a través del instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), Wolaria.

Iberdrola busca soluciones para descarbonizar y electrificar los sectores agrícola y ganadero a través de las energías renovables y las prácticas sostenibles y contribuir a las cero emisiones.

Además, ha puesto en marcha el Programa Convive con el objetivo de ser una mejora continua que integre todas las iniciativas y alianzas para la convivencia entre las energías renovables y su contribución al desarrollo socioeconómico y a la conservación de la biodiversidad.

En definitiva, diálogo y colaboración con distintos grupos porque la transición energética es el camino, no solo para abordar la crisis climática, sino también para avanzar hacia la sostenibilidad.

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